Con motivo de la manifestación llevada a cabo en días pasados por los salineros, que contó con el apoyo mayoritario del pueblo, pudimos ver la, casi insólita, imagen de los miembros de todas las formaciones políticas torrevejenses apoyándoles con su presencia.
Fue algo precioso, que los trabajadores han valorado muchísimo, y que sería bueno que se repitiese con más frecuencia, también en otros muchos temas, ya que es muy gratificante para los ciudadanos verles a todos juntos pedir las cosas que son necesarias para Torrevieja, frente a quien se tercie, ya sea la Compañía Arrendataria de las Salinas, la Generalitat o el Gobierno central.
Es algo que debería ser imprescindible al jurar el cargo, el defender antes las necesidades del pueblo, que les sustenta y elige, que las del partido político al que pertenecen. Quizá así tendríamos ya, por ejemplo, la Comisaría de Policía Nacional, para luchar contra la inseguridad ciudadana y tantas otras cosas, sin tantos retrasos, ni zancadillas.
Por desgracia, no suele ser así. Imágenes como aquella o la que vimos hace poco del alcalde pedáneo de Torremendo, manifestándose con sus vecinos, frente a sus «jefes» de partido en Orihuela, no son muy frecuentes, pero es algo que les honra.
Es mucho más cómodo y corriente, por supuesto, dar la razón al de arriba, aún a sabiendas de que no la tenga, y atacar o ignorar al débil, como vemos mucho por ahí, sobre todo en aquellos que les bailan el agua a los políticos para conseguir un «puestesico» y, a continuación, masacran a todo el que requiere sus servicios, como si realmente fuesen importantes. Parecen querer hacer pagar a éstos todas las bajezas que han tenido que realizar para llegar al puesto, que, a veces, es insignificante.
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