El Periódico de Torrevieja nº347

Triste y cargada de emociones ha sido esta semana para Torrevieja. La sentida pérdida del «Hijo Predilecto» Ricardo Lafuente Aguado nos dejó sumidos en un halo de tristeza y nostalgia, con la emoción a flor de piel, el Maestro era muy querido aquí en su pueblo.
El Ayuntamiento en Pleno decretó tres días de luto oficial, y los torrevejenses nos volcamos en el último y sentido homenaje a este hombre sencillo y a la vez genial, que dedicó su vida entera a la música, la cultura y a su tierra, ofreciéndole siempre sus mejores creaciones.
Compositor incansable y autodidacta, consiguió fama mundial como el maestro de las habaneras. Se ganó la inmortalidad con su música, destacando sobre todo con esa magnífica habanera «Torrevieja» o el himno de la ciudad, y tantas y tantas otras que nos dejó como su mejor legado.
Su pueblo le ofreció en vida todos los galardones que él merecía. Ahí nos queda su Museo, su Avenida, su Coro y Orquesta, el recién creado Orfeón, y todos los demás premios con que se le honró siempre. Por eso, él nunca morirá para los que le conocimos y le admiramos. Siempre le tendremos en el recuerdo, como a los grandes, entre los que ya descansa en paz.
También pudimos ver la desilusión en los ojos de nuestra gimnasta Jennifer Colino, en su despedida forzosa del deporte, al que ha dedicado gran parte de su vida y para el que tantos premios cosechó.
Es una auténtica pena que sucedan estas cosas, que una gran deportista como ella termine así una carrera tan brillante, después de sacrificar unos años preciosos de su juventud, y ahora se tenga que retirar con una lesión de por vida y sin ningún apoyo de la federación. Lamentable.
Desde aquí queremos darle mucho ánimo y desearle la mejor suerte del mundo para su nueva vida. Sabemos lo mucho que ha trabajado para conseguir todo lo que logró y esperamos que ahora sabrá canalizar todo ese esfuerzo en otra dirección que le reporte nuevas ilusiones. Es muy joven y tiene toda la vida por delante para demostrar que el que vale, vale igual en todo aquello que se proponga. Y muchas gracias por los momentos de gloria que nos habéis brindado.

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