Dos familias destrozadas

Me dirijo a Uds. con todos los respetos, para informarles de la enorme injusticia y daño familiar que ha causado el juez del Registro Civil de Torrevieja (Alicante). Hoy he recibido la negativa judicial para casarme con súbdita marroquí, ella actualmente en Marruecos, después de casi un año de espera; negativa basada en «contradicciones» en las declaraciones de ambos contrayentes. Yo diría en simples datos puntuales que no dejan de ser irrelevantes frente a otras evidencias que dejan claro que lo único que hay entre los dos es amor. Se han echado por tierra nuestras ilusiones y las de nuestras familias. Se ha tomado una resolución contranatura, anteponiendo simples cifras a evidencias, tales como las reiteradas visitas de mis padres a Marruecos para verla a ella, la larga espera de ambos manifestando claramente nuestro mutuo amor, declaración de mis padres y firma como testigos del enlace, etc. Con todos los respetos a los tribunales, no se puede jugar así con los sentimientos de una pareja y con dos familias que, en este momento, están abatidas y desconcertadas por una resolución judicial que no es de justicia. Y ahora el recurso, ¿cuánto tiempo de incertidumbre e intranquilidad nos queda por delante hasta que el sentido común se imponga y pueda casarme con quien de verdad estoy enamorado? Me espera una odisea hacia mi justicia, porque lo que yo siento no está en los libros. Fiscales y jueces, no hay ley en el mundo que pueda con nuestro amor.

Iker Urbizu Montes

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