¡150 años más no, por favor!

Eso es lo que dijo el Presidente de la Generalitat Valenciana al sr. Hernández en el último encuentro que ambos tuvieron en el Certamen de Habaneras: 150 años debería seguir siendo alcalde de Torrevieja. En el encuentro de celebración de los 20 años de alcalde, manifestaba el sr. Camps que ojalá esto fuera sólo el ecuador de su mandato. No he visto nunca un mandatario político que quiera perpetuar tanto la vida de un subordinado. Ahora entiendo un párrafo final de un columnista de opinión de Torrevieja, adlátere del alcalde, en el que decía textualmente, a la salida del evento de los 20 años: «la gente se organiza para saludarle, para comprobar de cerca que un gran hombre puede ser tangible». Como conclusión, supongo que debe tratarse de un ente etéreo y por tanto inmortal; con el debido respeto que le profeso a D. Pedro, yo quisiera que viviera no 150 años sino eternamente, pero como alcalde ni un segundo más. Voy a hacer un somero repaso de sus responsabilidades ciudadanas como alcalde, haciéndolo por las distintas áreas: en la de servicios observo que, en las fechas previas a Semana Santa, Feria de Mayo, grandes puentes, etc., se contratan personas para la limpieza urbana de las calles y otros servicios, por 1 día, 2 y hasta 10 días, para que estos visitantes, que en su mayoría son propietarios y pagan sus impuestos, vean qué limpias tenemos las calles en esos días. Una vez que finalizan su estancia, terminan los contratos. En las urbanizaciones, las máquinas barredoras pasan cada 15 ó 20 días. ¿Es que no tenemos derecho el resto de los residentes de Torrevieja a tener una ciudad limpia todo el año? Oímos decir hace algún tiempo al primer edil que, al igual que otras ciudades tenían su «castillo» y lo restauraban, él quería hacer lo mismo con el Pascual Flores (es su castillo). La gran diferencia es que el barco hubo que ir a buscarlo a Southampton (Reino Unido), traerlo remolcado hasta el Puerto de Torrevieja, para terminar tirado en una escombrera. Finalmente, el barco se ha reconstruido entero. No quedó del antiguo, ni una astilla; bueno, sí, lo que ha prevalecido ha sido el nombre. ¿Cuántos dineros de los contribuyentes se han tirado al mar? ¿Qué gestión tan buena ha hecho el sr. alcalde con el antiguo cuartel de la de la Guardia Civil? ¿Cuánto tenemos que pagar los contribuyentes por esta acertada gestión? Hablemos de educación, que ahora llega septiembre. ¿Sobrepasarán los 2.000 escolares los que tengan que seguir estudiando en «barracones»? De sanidad, ¿para qué hablar? Estamos en la ratio hospitalaria mas baja del país, aproximadamente de 1’3, siendo la recomendada por la OMS de 8 a 10 camas por 1.000 habitantes. El Informe del CES del año 2007 hace referencia a este tema, además de otras muchas anomalías, entre otras, la carencia de médicos para el servicio de urgencias, que justo en estas épocas estivales se multiplica por 4 y hasta por 5 el número de habitantes de Torrevieja. Ahora nos han vuelto a echar un jarro de agua fría al informarnos de que, en un dossier elaborado por la Organización de Transparencia Internacional, este municipio está en la cola, junto con Orihuela, de los 100 municipios españoles sobre los que se ha realizado el estudio. Sobre 100 puntos, sólo ha puntuado 15. Este estudio indica la opacidad de la política municipal, entre otros parámetros. Hablemos de los medios de comunicación: si no eres afín y no suscribes sus ideas, no te dan publicidad institucional para publicitar. Estamos en este municipio como en los mejores tiempos de la censura de la dictadura, donde sólo se podía decir y publicar aquello que era «afín al régimen». Comentemos el tema del enriquecimiento personal del primer edil, que compró a dos mercantiles  que se dedicaban a la construcción en Torrevieja terrenos en el término de Almoradí por 180.000 euros y fueron vendidos a otra mercantil que construye también en Torrevieja por 5’4 millones de euros, obteniendo con tal transacción unas plusvalías de más de 5 millones de euros. Es decir, multiplicó por 30 su inversión. La noticia del día, emitida por IU, es que la mercantil que le vendió los terrenos de Almoradí ha demandado al Ayuntamiento de Torrevieja por ocupación ilegal sin mediar expediente de expropiación y tampoco ha desbloqueado el Programa de Actuación Urbanística. Según palabras del edil de IU, parece «un enfrentamiento personal» y seguramente costará a las arcas municipales más de 30 millones de euros. ¿Qué está pasando con la Policía Local, donde hace ya bastante tiempo se están dando bajas psicológicas entre miembros de este cuerpo y donde próximamente se celebrará algún juicio por acoso laboral? Por no hablar del derroche económico del Premio de Novela «Ciudad de Torrevieja», con casi 500.000 euros en premios. El prestigio de esta ciudad no viene dado por un premio literario de novela, para eso hay otro tipo de entidades culturales que sí están para desarrollar los premios literarios, ya sea el premio Planeta, el premio Cervantes etc., etc. Con esos 500.000 euros habría dinero para financiar muchas actividades culturales y sociales. Por todas estas razones, es por las que propongo que no continúe ni 20 años, ni 40 años, ni 150 años, tal como propone su mentor, el sr. Camps. No debería continuar ni un segundo más.

Joaquín Garrido Mena

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