Recuerdos veraniegos

Sin agosto pero con calor, que hasta en nuestras tierras del norte secesionistas disfrutan de sus 32 grados y todo. Aquí, septiembre y su «veranico de los membrillos»… ¿O eso era antes de disponer de la playa de los Náufragos que, por cierto, ahora la van a mutilar entre arcones y tuberías y emisarios de salmuera de la desaladora mayor de Europa, que, mira por dónde, nos ha tocado en el sorteo? ¡Quién pillara aquellos días de  playa del Acequión, nadando hasta los «secos» distantes a unas decenas de metros de la orilla, pero que nos hacían soñar como si de desembarcos en atolones minúsculos se tratara…! Eso después de haber estado desde la madrugada «haciendo gamba» con rastrillo y saco para cebo del volantín… ¡Y qué fritadas de mabres y raspallones nos hacías, madre! Pero sí, sí, teníamos membrillos y los comíamos con carne y sin hueso. Que para huesos, el Hueso y el Remiendo que vaya algarabías que se formaban en el campico de San Mamés, aledaños de la playa y del mismísimo Acequión.
Pero no divaguemos. Hogaño el 2008. En nuestra parroquia ya no habrá misas vespertinas de nueve.
Por cierto, que el domingo al salir del templo después de la misa de doce, y después de la acogida  a los padres y padrinos de cinco niños/as que fueron bautizados con el rito solemne acostumbrado, llego a casa, despliego la prensa del día y me doy de bruces con la noticia esperpéntica y hortera del invento ese del «bautismo civil» por un concejal gaditano de Izquierda Unida (¡vaya por Dios!), que pretende darle un realce insospechado, suplantando al Sacramento que recibe el bautizado en la Iglesia católica, por no se cuántas actuaciones. Poemarios, peroratas, música, flores… Y es que, por muy ateos y agnósticos que quieran aparentar ser, en el trasfondo de la cosa, la tradición de siglos que han visto alrededor se los come por dentro y por fuera y los traiciona. Remedan la religión sin el Dios por el cual todo somos, y se hacen diosecillos laicos que todo lo saben y todo lo pueden. ¡Pero, querido concejal… si el bautizo es un Sacramento, el más antiguo,  el que ya fue configurado en el Jordán por Juan el Bautista, que lo hacía con  agua, pero precursor del que había de venir y que había de ser en Espíritu de Dios por el mismo Cristo! …Y hasta ahora. Dos mil y pico de años… ¿¡Pero quién le va a poner la trascendencia de su significado de salvación, con lo que ello comporta para un cristiano!? Es la gratuidad del don de la fe que Dios concede a los hombres para que entren a formar parte de su Pueblo. Y es muerte de hombre viejo y renacer de hombre nuevo. Y es muchas cosas más porque imprime carácter y no se puede borrar ni repetir. Y ya termino, que ojalá pudiera explicárselo en su misma tierra luminosa, despacio, bis a bis, con dos langostinos de aquellos y una cerveza por barba, entre los dos… ¡Suerte y un abrazo a pesar de todo!
¡Ah! Que éramos pocos y nos parió la abuela. Llegan Garzón con su excavadora y Alonso con su Ley de Plazos… Traca a la vista.

JortizrochE

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