El silencio de los corderos

Antonio Vera
Comision Ejecutiva Local PSOE Torrevieja

Me ha resultado muy llamativo el comunicado de prensa que días atrás emitió el sr. Montesinos. No tanto por lo previsible, se veía venir que antes o después alguien abriría la caja de Pandora, sino por el momento elegido, a 3 años vista del abandono del sr. alcalde del barco municipal.
Incluso sin hacer caso de las filtraciones interesadas desde el propio PP de Torrevieja, que emplazaban la marcha de nuestro alcalde a finales de este mismo año, muchos éramos los que imaginábamos que ya se habían producido movimientos serios dentro de la camarilla que rodea la Alcaldía para situarse en puestos de cabeza a la hora del relevo. La salida del sr. Montesinos de las responsabilidades municipales, a pesar de su contrastado peso político dentro de su partido, y su no inclusión en el paraíso destinado por nuestro San Pedro local a los ex-ediles que saben mucho, el de los asesores de la Alcaldía, hace sospechar que se ha movido antes de hora y le han echado de la foto.
La respuesta de nuestro afable alcalde alegando que no toca hablar de relevos, y el intento de escurrir el bulto con lo de que el verano se ha cerrado con un incremento del consumo de agua y un 90% de ocupación hotelera confirma ese extremo y otros mucho mas preocupantes para nuestro futuro inmediato.
Intentar camuflar el desastroso verano que ha padecido nuestra economía local refiriéndose a la alta ocupación hotelera y al incremento del consumo de agua (el 0’7%, ¡temblad pantanos, temblad!) no sé si me parece patético o simplemente ridículo. Todos en Torrevieja sabemos que el número de plazas hoteleras es mínimo y despreciable económicamente en términos cuantitativos para una economía como la nuestra, orientada exclusivamente a la especulación urbanística y, ya en menor medida por desgracia, al turismo residencial, el gran damnificado de 20 años de «pedrismo», forma coloquial esta con la que se describe por aquí a un Ayuntamiento cuando es llevado por un equipo de Gobierno incompetente, sectario y dilapidador.
Para colmo, ese 90% es el que hemos obtenido tras haberse cerrado uno de los mayores hoteles de la ciudad, lo cual ya es de por sí clarificador: ni descontando las numerosísimas plazas del emblemático Fontana conseguimos poner el cartel de completo en pleno verano, un hecho este que pone de manifiesto el pésimo estado de salud de nuestro sector hotelero y la pésima imagen turística que tenemos, imagen de ciudad masificada y estresante que nos está impidiendo atraer a nuevos turistas y buscar salidas de futuro mas allá del ladrillo y la especulación.
Si bien es necesario que permanezcamos atentos al futuro inmediato de nuestro sector hotelero, deberíamos hacer un esfuerzo para dejar de mirar al pino y fijarnos de una vez en el bosque que hay detrás. Es igual si el relevo es a final de año o dentro de 3 años, el resultado es el mismo. Si no empezamos a tomar conciencia de nuestra situación económica, política y social, vamos a seguir eternamente en manos de los que se han dedicado a esquilmar sistemáticamente nuestras arcas municipales hasta situarnos al borde de la bancarrota, de los que han destrozado nuestra imagen turística por su incapacidad para mirar al futuro, de los que han abandonado a su suerte a nuestro comercio local y han despreciado la cohesión social que dicho comercio genera, de los que nos han aniquilado urbanística y medioambientalmente hasta el extremo de convertirnos en paradigma de cómo no tiene que ser una ciudad moderna y funcional, de los que le han dado multitud de excusas a los de fuera para que digan por doquier que somos una ciudad abarrotada, sucia e insegura, y de los que, para mas inri, son absolutamente incapaces de idear nada que nos saque del pantano en el que ellos mismos nos han metido.
Pero si de por sí esto parece malo, no es lo peor. Lo peor es que, en el futuro inmediato, a ésos les vamos a importar todavía menos de lo que lo hemos hecho hasta ahora. Porque en los próximos 3 años se van a dedicar única y exclusivamente a lo que realmente les importa: a situarse bien para ser el próximo amo del cortijo. Un cortijo cada vez mas pobre y triste, pero cortijo a fin de cuentas. Y, mientras tanto, nosotros seguiremos abandonados a nuestra suerte; la que nos hemos buscado; la que nos merecemos; porque hasta ahora, no hacemos nada por remediarla.

1 comentario

  1. EXCELENTE TU COMENTARIO SOY TRABAJADOR DEL AYUNT.TORREVEJENSE Y COMO DICES TU ESTO SE PARECE CADA VEZ MAS A UN CORTIJO DONDE LOS ESÑORITOS SON EL ALCALDE Y SUS CONCEJALES SERVILES…SALUD COMPAÑERO.

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