Ojo, que han saltado las liebres

La primera liebre, estimados lectores de El Periódico de Torrevieja, salta a partir del día 12 de octubre de 2010, cuando en los medios aparece la noticia de que el concejal de Transportes del Ayuntamiento de Torrevieja, sr. Arenas, desvela dónde se instalará la nueva estación de autobuses en Torrevieja. Bombazo. Digo bombazo porque el día 3 de septiembre de 2010, en los medios, el dueño de la actual estación de autobuses y propietario de la compañía Costa Azul, sr. Cerdán, dice textualmente que hay que hacer una estación de autobuses nueva, pero que no saben dónde y que el proyecto es a largo plazo. Tela de la buena, digo yo. ¿Qué quiere decir esto? Que en menos de 40 días, el problema de el no se dónde y a largo plazo parece que está solucionado. Ojo al dato. Esto, digo yo, es lo que se llama preparar el terreno para otra posible chapuza, «pelotística», urbanística y administrativa. Si no, díganme, ¿por qué las declaraciones del sr. Arenas, «como siempre», se prestan a confusión total sobre cómo se va a hacer dicha estación, de dónde va a salir el dinero, quién la va a construir, etc.? Da la sensación de que estamos, una vez más, ante un tema un poco, bastante oscuro. Sobre dónde piensan construir la estación de autobuses, desde mi punto de vista, es uno de los peores lugares que se pueden elegir en estos momentos. Un lugar supersaturado y con muy malos accesos. Creo que las lumbreras que han elegido ese lugar no han pasado por ahí para ver la densidad del tráfico interior que hay en esos aledaños, todo el año y, en particular, en el tiempo estival, que en Torrevieja es muy largo.
El otro bombazo es más reciente. Al ayuntamiento de Torrevieja, con el protagonismo de su alcalde a la cabeza, sr. Hernández Mateo, le ha salido un grano, mejor dicho, un «forúnculo». Digo esto porque mucha propaganda como «el cuento de la lechera» y viene la Conselleria de Comercio y les dice que no abonará al Ayuntamiento 340.000 euros, porque está endeudada hasta las cejas. A ver si hace una auditoría al Ayuntamiento para que pongan a alguno en su sitio, que falta les hace. Hombre, sr. Albaladejo, yo le he oído a usted otra versión con el tema de las cuentas municipales, lo que quiere decir que se les ve la oreja una vez más, sobre todo a usted, que ve fantasmas por todas las esquinas. Sobre este bombazo quería yo hacer dos consideraciones:
primero, que ese dinero estaba, una vez más, destinado para hacer mejoras en el centro de la ciudad de Torrevieja. Yo pregunto, inocentemente, ¿cuánto va a invertir para el resto de la ciudad, donde vivimos la mayoría de los contribuyentes torrevejenses?, porque en muchos barrios el abandono es total. La otra consideración es que la Conselleria de Comercio ha dejado de abonar 340.000 euros y todo ha quedado en «agua de borrajas», lo que supone no crear, sobre todo, puestos de trabajo. Quiero recordar a los contribuyentes torrevejenses que los aproximadamente 500.000 euros que gasta el Ayuntamiento en el Premio Novela serían suficientes para hacer esas y otras obras. Pues así estamos en Torrevieja con estas lumbreras. Si pagasen estos excesos de sus bolsillos, otro gallo cantaría. A ver si algún día los contribuyentes torrevejenses nos damos cuenta y les mandamos a apagar candiles. ¿Hasta cuando? Al tiempo.

Gerardo Garrido Sánchez

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