La letra grande de la tijera del PP

Víctor Fernández Esteve
Licenciado en CC. Políticas y de la Administración y miembro del Consejo Político Local de Izquierda Unida

Hace tres meses, con motivo del primer tijeretazo del nuevo gobierno del PP, que subía los impuestos e imponía los primeros recortes sociales, hablábamos de la letra pequeña de este decreto, que dejaba en poco menos que mentiras electorales las promesas de Rajoy, mentiras que pretendía esconder bajo otra serie de mentiras, como que estos recortes eran imprescindibles para bajar el déficit público, que no perjudicaban al más débil y que eran los más pudientes los que más pagaban estas medidas. Pues bien, esta semana hemos asistido a la confirmación de lo que quiere el PP de nosotros y cómo lo va a conseguir, es la letra grande de la tijera del PP: los Presupuestos Generales del Estado para 2012. Se trata de la ley más importante del año para la economía de un país, analicémosla como se merece:
En los ingresos, lo que pagamos en impuestos, el Gobierno dice que sube el Impuesto de Sociedades para que los que más tienen paguen más. La realidad es que la legislación española provoca que las grandes empresas paguen menos del 17% (incluidos los bancos) frente al 20 o 22% que pagan las pymes. Así que, mientras no se corrijan estos «agujeros negros» del Impuesto de Sociedades, esta media será injusta y las pymes pagarán más. A pesar de todo, esta medida no sería mala si no se planteara la llamada «amnistía fiscal» para que, según dicen, afloren grandes fortunas que hasta ahora no declaran a Hacienda. ¿Cómo? Proponiéndoles que paguen entre el 8 y el 10% de impuestos, y digo yo, encima de que nos roban, ¿tenemos que pedir perdón a los ladrones? Para que todo el mundo lo entienda, lo que hace el PP es decirle a los multimillonarios que durante décadas han robado millones y millones de dinero de todos, llevándoselo a paraísos fiscales para no pagar impuestos, dinero ganado con la corrupción urbanística y la especulación bancaria, que los traigan, que Hacienda no les va a perseguir por haber evitado pagar entre el 30 y el 50% de impuestos que les correspondían, que si son buenos y los traen, sólo van a pagar un 8% de impuestos. ¿Es broma? A los trabajadores nos suben luz, gasolina, IRPF, IBI… y a los que tienen miles de millones de euros robados en un banco, ¿les bajan los impuestos? Si lo que hay que hacer es localizar estas fortunas, congelar las cuentas tras cobrar el 30% o el 50% de lo evadido en impuestos y enjuiciar a los ejecutores de este robo, encarcelando a los que se demuestre su culpabilidad. Así, no sólo veríamos reducido el déficit público en decenas de miles de millones de euros y eliminada la carga que todos los trabajadores y trabajadoras estamos soportando por lo que otros han provocado, sino que encima habría dinero para educación, sanidad, infraestructuras… ¿Hacienda no somos tod@s?
En el apartado de gastos, los datos hablan por sí solos. El gobierno dice que van a bajar los gastos de los ministerios un 16,9% de media, fruto de la obsesión compulsiva con que la Unión Europea y el Gobierno español llevan años intentando adoctrinar a la sociedad para que los ciudadanos nos lo creamos, nos creamos que el recorte es «la única vía» para salir de la crisis, cosa que no es verdad. Vayamos a la comparativa, ¿por qué se recorta un 21,2% en Educación y sólo un 8,8% en Defensa? ¿Será porque hay algún ministro ex-directivo de empresas armamentísticas? Bueno, sigamos con los números, Fomento (el ministerio que invierte en infraestructuras y más crea empleo) baja un 34,6%, pero, eso sí, Presidencia (que sólo paga sueldos de políticos y poco más) baja un 3,8% y aún no sabemos lo que nos costará en total mantener la monarquía y a la numerosa y, por supuesto, honorable familia real.
En lo concreto, es imposible analizar al detalle las repercusiones con lo poco que conocemos de estos presupuestos, pero hay algunas situaciones que ya destacan. La partida en dependencia se recorta un 100%, es decir, desaparece. Unas 256.000 personas dependientes se quedan sin ayudas. Estos presupuestos sentencian a cientos de miles de personas que no pueden valerse por sí mismas a convertirse en magos para sobrevivir. Si quienes no dependemos de nadie sufrimos la crisis, ¿cómo lo estarán pasando lo que sí dependen de alguien? Para el PP, ésta es la selección natural en su más puro estado; para mí, es una condena a la exclusión social a personas que también tienen dignidad. Cooperación al desarrollo disminuye el 71%, pues nada, que los que pasaban hambre se mueran de ella. El apoyo a la automoción y coche eléctrico disminuye un 87,5% y el Ministerio de Medio Ambiente un 31,2%, es decir, que el planeta Tierra se las apañe solo. Otro peligroso recorte son las actuaciones de desarrollo rural (disminuyen el 85,9%). Para mí, la importancia de esta gasto radica en que se renuncia a buscar en lo rural una alternativa a la crisis del modelo urbanístico urbano. Con el «recortazo» en Fomento, en Torrevieja nos podemos olvidar de la Comisaría, del desdoblamiento de la N-332, del desagüe de las pluviales en las urbanizaciones y, por supuesto, del tren. Por otra parte, aún es pronto para saber las repercusiones en educación, pero, por lo que me dicen compañeros de las universidades: aulas más masificadas, menos profesores y menos material. Y en sanidad, como ahora por ley hay que pagar antes a los proveedores que atender a los enfermos, en Torrevieja tendremos que pagar primero los 29 millones de euros que nuestro fantástico hospital de gestión privada (con sus respectivos beneficios empresariales) adeuda a proveedores; mientras, los enfermos tendremos que temblar para que el médico esté cualificado o no haya tenido que aguantar dos turnos seguidos antes de atendernos.
Poco más que añadir, salvo que la letra grande de la tijera del PP queda escrita con letras mayúsculas con estos presupuestos, y con ellos, mientras la mayoría social de trabajadores y familias pagamos más por todo, las grandes fortunas que nos han robado pueden elegir entre pagar menos de la mitad que los demás o quedarse como están y no pagar nada, y los bancos siguen recibiendo cantidades millonarias de dinero público por sus propios excesos. Y esto seguirá ocurriendo hasta que digamos ¡¡basta!!

1 comentario

  1. D. Fernández, la izquierda, después de ayudar a Zapatero a quebrar España, y después del repaso electoral de la más amplia mayoría absoluta de la democracia, obtenida por el PP en las pasadas Generales, pierde su tiempo en cacarear. Como el gallo de Morón, sin una pluma y cacareando.

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