A escena nº481

Voy «p’ayá» a «toa mecha», que es miércoles y no «pueo» con la miamorena. Hay personal, basca y demás que no para de decir por los recónditos rincones o círculos viciosos que de qué voy yo a estas alturas de la vida. Yo, en el fondo «fondeao», me sonrío un rato y les digo que una mezcla nada despreciable entre Lydia Bosch, Alex dela Iglesia, Fraga Iribarne (ay, su afamada Ley de Prensa e Imprenta que llevo clavada en el corazón) y Woody Allen, según mi horóscopo astral, en el que tan sólo creo a momentos, porque en el chino soy un mono, es decir, pura inteligencia (las «manuelas» me las dejo aparte, ey). Y digo esto porque estamos en unos momentos en los que todo, absolutamente todo, anda muy revuelto, más que nada por las drásticas, duras y extremistas medidas, ajustes, recortes o como se diga del Gobierno este de Don Mariano y cierra España, digo que anda revuelto hasta el cultivo de chufas en Valencia. Ustedes se reirán, pero es para llorar, porque vamos a quedarnos en bragas o calzoncillos, según se mire. Si lo miran los gobernantes llamados «tontimalos», que los hay y Dios me perdone (que son, como la propia palabra significa: tontos y malos al mismo tiempo, lo cual supone un peligro de muchos quilates, aunque ellos no se enteran, y pluralizo porque son varios, o dos, que viene a ser lo mismo), la cosa se complica. O sea, que nuestra cosa anda más que revuelta con el tema del servicio de limpieza, las basuras (que se quiera o no siempre huelen, por descuido del personal, por mala gestión o por mamandurrias, ey) y se va a poner en caliente, caliente con el servicio de agua. Son dos servicios públicos que cuestan mucho, mucho dinero; uno, que lleva cierto hedor, y el otro al que no le pasa nada, pero que su gestión empresarial es mixta, y que funciona muy bien y que así tendría que funcionar por los siglos de los siglos, si «in illo tempore» puediera rescatarse, ahora que está tan de moda esa palabreja. Porque, vamos a ver, si han rescatado nuestros bancos, en su mayoría, ¿por qué no podríamos analizar la situación de nuestro insobornable líquido elemento? Ya sé que hay una empresa de por medio y la cosa sería muy «complicá», pero… los números son los números. Seguro que sale algún «tontimalo» y espeta aquello de que soy un «verdaero cabrón», con cara de conejo. Yo sólo escribo un pequeño comentario que no tiene por qué herir a nadie, puesto que me considero catódico, apostódico, romádico, hermafrodita y de Groucho Marx. Punto y aparte. Porque el otro rescate, el del servicio de limpieza, ya está en boca de mucha gente, con toda la que está cayendo.
Y mientras todo esto siga así, sin apenas información bien o mal contrastada, pero contrastada, en nuestros múltiples medios de comunicación (que tan sólo se salvan muy poquitos, poquitos personajes de la pluma, la radio y la tele, vaya tela), pues les he dicho a mis jefes que no me considero periodista, tan sólo comentarista, y que si me dejan me voy a doctorar en área tan trascendente como el servico del Cementerio y Pompas Fúnebres. Y me han comentado que les parece de perlas siempre que yo sea un tipo que se vista por los pies. Y como todos los días que puedo me visto por los pies, digo que la mayoría de los medios de comunicación de nuestra realidad mediática carecen, en buena medida, de ética profesional y mayor espíritu crítico, que es lo contrario del pensamiento único. Por lo demás, ya me pueden criticar y rajar si les parece. Buenas tardes y muy buena suerte.

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