«Laudato si»

Recomiendo a mis lectoras/es que incorporen a sus ratos de ocio la lectura sosegada de la última Encíclica del Papa Francisco.
Su título, que encabeza este recuadro, está inspirado en la invocación de San Francisco el poverello de Asís, en su Cántico de las Criaturas, recordando que la Tierra es nuestra casa común, y «es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos». Los ideales de la Encíclica se nos echan encima como un torrente y a poco que reflexionemos ya en el comienzo, nos dejan ensimismados. Porque el Papa entiende que, además de la defensa de la naturaleza y el medio ambiente -una de las acepciones de la ecología-, subyace en el tema otra, que la define él como «ecología integral». Es la primera de las acepciones de nuestro diccionario por cierto; «el comportamiento de los seres vivos entre sí y también con su entorno». Insiste en el abandono en que se encuentra el mundo pobre y subdesarrollado, ante la indiferencia de nuestro primer mundo dedicado a consumir y destruir más y más. Al pedirnos una modificación en los estilos de vida, nos dice que lleguemos a «una conversión ecológica de sana relación con lo creado». Para Dios, dice, «toda la Tierra y todas y cada una de sus criaturas tienen un valor y un significado».
Por eso nos insiste tanto en que nos fijemos una y otra vez «en los que todavía no pueden vivir de acuerdo con su dignidad humana».
Desde luego, su lectura no nos puede dejar indiferentes.

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Y, para terminar con unos gramos de política, uno no sabe por dónde empezar.
Aquí en Torrevieja no hacen caso a mis deseos y pactan seis distintos para quitar a uno que ha sacado siete cuerpos de ventaja al segundo. Bueno, pelillos a la mar, que lo hagan bien y sanseacabó.
Pero a Rajoy debe dolerle la cabeza. El hombre quiere aprobar los presupuestos del año que viene, y allá van en tropel los de dentro y los de fuera, pidiéndole elecciones anticipadas. Unos, dicen, que para desactivar a las de Cataluña, que tela tienen, con el órdago de Junqueras de hace unas horas, proponiendo lista única de la Sociedad Civil Catalana, que pediría, de ganar, la independencia inmediata. Los de fuera a lo suyo, afeándole que lo haga por motivos electoralistas. ¡Vamos, pensando todos en el bien del país, como siempre!
Y está lo de Grecia, que será una olla a presión hasta el domingo, cuando el Pablo Iglesias de allí consiga la victoria. Según el, mejorará sus bazas ante Europa y sus malditos y fantasmales mercados, tanto con el sí como con el no. ¡Qué tío!

JortizrochE