Más de cien años de incomprensión (III)

A partir de 1950 extendió su área artística entre Chile, Uruguay y Buenos Aires. En 1957 vuelve a España invitado, para hacer recitales, pero vio que no había cambiado la mentalidad rancia y retrógrada de la gente y al año siguiente se fue de nuevo a tierras argentinas, para retirarse lleno de triunfos en 1960, llevando desde entonces una vida retirada y discreta. En 1989 se estrenó su película «Las cosas del querer», que fue un éxito rotundo y aún hoy lo sigue siendo. Con 84 años, en 1992, le concedieron la Orden de Isabel la Católica… ¡Demasiado tarde, diría! De 1940 hasta el 92 pasaron 52 años. ¡Por respeto a lo que representa, omitiré el deseo de limpiarme cierta parte de mi anatomía con ella!. El 4/3/1993 moría de un infarto en su casa de Buenos Aires. ¡Ya ves, Miguel, en tus tiempos eras un enfermo y ahora todo son agasajos y reconocimientos! Muerto el burro, cebada al rabo. ¡Qué falsa es la gente y qué oportunista! No han cambiado las cosas de tu época al 2015; todavía hay millones de personas que desprecian a los homosexuales y en algunos países hasta los matan. Los enfermos son ellos y no los señores de categoría como tú. Existe a estas alturas el racismo, la xenofobia, hay trata de mujeres, hombres, niños que sirven para los pedófilos y dar sus órganos a enfermos ricos. Cada día aparecen ahogados en el mar, en bodegas de barcos, camiones cerrados, enterrados vivos, llevados al desierto para dejarlos abandonados sin agua ni comida, miles de refugiados que huyen de la guerra en sus países. Los gobernantes (supuestamente) roban millones a diario y los llevan a paraísos fiscales, mientras la gente se muere de hambre. Así vivimos, peor todavía que cuando tú estabas vivo. D.E.P.

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