Fuera vendas de los ojos

No me considero ni mal patriota de mi patria chica, ni un soberbio empedernido, ni un altanero de poco pelo, ni un pesimista de tomo y lomo, ni nada por el estilo. Soy normal, tan normal como mis lectores y lectoras -e incluso como aquellos que me leen con un simple ojo o de reojo-, y muchas veces me he refrescado la mente quitándome una gruesa venda que tenía en mis ojos. Es un ejercico, el de quitar venda, de sumo interés para todo. Por eso, acabo de leer, con cierta pena, los datos que aporta el Instituto Nacional de Estadística sobre los municipios de España. Torrevieja queda situada como una de las cinco poblaciones con menos renta en España. Eso se nota en la calle, en el consumo, en el turismo, en los que bucean en los contenedores, en la alegría de la población (a pesar de tanto jolgorio importado de otros lugares como «las sevillanas» o «los rocieros», etc., y, eso sí, con todos los respetos del mundo), en el ocio, en el divertimento, en las iniciaivas culturales y en un largo etcétera. Yo ya no voy a echar más la vista atrás, pero digo que hemos sufrido y sufriremos con el legado de nuestro pasado. Es obvio que el nuevo equipo de Gobierno (que cometerá errores de bulto, como ya estamos apreciando en algunos casos concretos) tiene por delante muchos retos, mucha ilusión y mucho esfuerzo por acometerlos, porque de ello va a depender muy mucho el futuro de este gran municipio. Ahí están los retos de solventar un serio conflicto en la Policía que ya viene de años y que requiere talante, diálogo y talento para reconducirlo en base al interés general; ahí está el reto de reactivar todo el pequeño y mediano comercio local y no ver calles fantasmales por doquier; el reto de revisar el Plan General de Urbanismo y adecuarlo a los nuevos tiempos; el reto de tener una ciudad limpia, aseada, con sus infraestructuras en condiciones; ahí está el reto de reinventar saludablemente una verdadera Marca para Torrevieja; o que nuestra ciudad esté perfectamente comunicada con la Vega Baja y con la capital de la provincia… Lo de menos, creo, es litigar por ver quién aporta más o menos dinero a cualquier organización no gubernamental y sin ánimo de lucro. Salud y buena quincena.

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