«¡Es la revolusión, hemano!»

Yo creo, aún a riesgo de equivocarme, que el concejal Domingo Soler, político de casta que sabe más que las ratas «colorás», está haciendo su pequeña revolución a la cubana. Me explico: ha puesto en marcha los mecanismos necesarios para que se limpien todos los parques y jardines, además del maltratado Sector-25, cueste lo que cueste, peleando contra los gigantes administrativos, que no es poco, oye. Ha tenido la sapiencia, creo yo modestamente, de suspender hasta nueva orden el chorreo del denominado «Escudo de Oro» que otorga cada verano el Patronato de Habaneras, y es que al paso que iba la cosa podría caer en lo mismico que ha caído el costumbrista Premio «Diego Ramírez Pastor», dos kilos de placa que tiene casi todo el mundo y eso crea una cierta duda, al mismo tiempo que le resta prestigio y merecimiento. El Escudo de Oro del Patronato corría casi la misma suerte de convertirse en un premio visiblemente devaluado. Y, como había que coger el toro por los cuernos, o el canto por la habanera, pues Domingo no ha tardado mucho en puntualizar situaciones de forma pausada, tranquila, sin aspavientos, sin ruidos innecesarios. De igual forma y manera, ha llegado a cuestionar -ya en su momento lo manifestó con cierta agudeza- esa gran lista o relación de Protocolo del Certamen de Habaneras que cada año se veía incrementada en detrimento de los paganos abonados. Así que, ni corto ni perezoso, ha eliminado de un plumazo esa gran lista protocolaria. Si, encima de eso, está dispuesto a poner en marcha la creación de otro gran parque municipal, que llevará por nombre «Parque de la Desa» por la zona de Lo Albentosa, y casi seguro que lo conseguirá en los últimos cuatro años que le quedan de vida política, además del libro que «chano-chano» se está elaborando con mucha ilusión, esfuerzo, y veremos si acierto, sobre el 60º aniversario del Certamen de Habaneras (concretamente de 2005-2014)… pues si todo esto no es hacer la «revolusión, mi hemano», que venga Fidel y lo vea. Tan sólo falta que coja el tema del futuro Museo del Mar y de la Sal y lo ponga patas arriba, que falta hace. Ni papeles de Panamá, ni la cantata de Marjariza, ni la Gürtel, ni los Eres, ni la cuasi guerra civil en Venezuela, ni ná… Esto es la ¡«revolusión, mi hemano»! Salud en la quincena, queridos lectores.

Óscar A. Claramunt

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