Templarios, reino de Taifas y jarrones chinos

Dos elecciones y quizás una tercera. El cuento de nunca acabar:
Cada día me duele y avergüenza esta España nuestra, con el embrollo de estas dos elecciones fallidas; entrapizadas por intereses políticos. Su prestigio y valía, en la Comunidad Europea, y en el mundo mundial del periodismo internacional, es cero patatero. Se permiten intervenir y dar consejos, advertencias y soluciones, como si fuésemos un país de tercera y nuestros políticos no tuviesen luces, para desatascar estas atípicas elecciones producto de «partos múltiples ultra uterinos».
En este nuestro singular país, reconocible por su corrupción masiva de «alto voltaje», campaban a sus anchas, en alternancia, dos fuerzas «centrífugas». La derecha del PP y la izquierda del PSOE. Los dos, manchados por los vicios y pecados que genera el poder, que según «lenguas desaprensivas» del PP, dicen que a la política se llega, para enriquecerse. El bipartidismo endémico se rompió tras la irrupción de dos nuevas fuerzas políticas de derecha e izquierda, comprometidas y en lucha contra el empobrecimiento del país, sobre todo la clase obrera y media, producido por los desfalcos y la opresiva y destructiva legislatura que gravó con leves antisociales y antidemocráticas el presidente Mariano Rajoy con su mayoría absoluta e inmoral. Estos dos jóvenes partidos políticos, C’s y Podemos, han propiciado el descalabro y el desconcierto de este emblemático bipartidismo y están de los pelos, unos con otros, sin puntos de encuentro para formar un nuevo gobierno que no sea del PP, he ahí la cuestión.
Pero hay una gran diferencia. Una, en el PP, son templarios. Cruzados, unidos e indestructibles; a prueba de bombas. Todos, alabando y protegiendo a su invicto, cáustico, y flemático líder. Otra, un reino de Taifas de una izquierda montaraz, desunida, dispersa y en lucha contra ellos mismos. ¡De pena! Y en esta lamentable situación, todos, en busca del «Arca de la alianza» y «el Santo Grial» del poder, que ambicionan. El PSOE, que tiene una pelea soterrada, intestina, entre ellos, teme perder su puesto como uno de los dos principales partidos de la nación, con Podemos, y Pedro Sánchez anda perdido en la vorágine de su propio laberinto, y, en esa disyuntiva, dos «valiosos» «jarrones chinos» jubilados, entre naftalinas y puertas giratorias, Felipe González y José María Aznar, intervienen, pues creen ser el Oráculo de Delfos, y, bajo su prisma, quieren marcar directrices diferentes, contradictorias entre sí. González, entre dejar gobernar al partido más votado PP y despotricando contra Podemos o quitándole liderazgo a Pedro Sánchez -curioso, ¿no?-. Aznar, ídem; devaluando y cuestionando a su pupilo elegido: Mariano Rajoy. Dos viejos personajes que buscan estar en activo presionando y dando lecciones de poder y gobernanza. Y el pueblo, jodido, está que trina con todos; y con miedo a la temible «espada» del PP con fuerza, y bien afilada, dispuesta para ganar e imponer su nefasto programa ya conocido. «Odisea en el espacio». Intríngulis: encontrar nuevo presidente, o elecciones, en la «tercera fase» y, entre sapos y culebras reptantes, escándalos, cabreo, y los votos… a la M.

Josefina García

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