D. Francisco Conesa Ferrer, Obispo de Menorca

En esta plácida tarde de domingo, y con el regusto de haber descansado una hora más la pasada noche, debo hablarles otra vez, la actualidad obliga, de un nuevo y especial nombramiento en nuestra Diócesis.
D. Francisco Conesa Ferrer, párroco arcipreste de la Basílica de Santa María de Elche, el templo de la Festa del Misteri, acontecimiento que da todos los años la vuelta al mundo en ochenta minutos, ha sido llamado hace unos días por el Nuncio en Madrid, para recibir en mano una carta especial. Tan especial que el remitente ha sido nada más y nada menos que el Papa Francisco, nombrándole Obispo de Menorca. Ahora se llega pronto a Madrid, pero intuyo que D. Francisco repasaría por su imaginación en poco tiempo y como en caleidoscopio, teniendo como telón de fondo lo que se le viene encima, su densa biografía desde que fuera ordenado sacerdote en 1985. Sus vivencias de servicio a la comunidad, compartidas o no con los demás, más o menos recompensadas, y los desencuentros e incomprensiones con los que se tropieza. Todo ese bagaje de experiencias vitales que debe almacenar en el alma un consagrado de Cristo y para Cristo, que acude a la llamada de su vida. Ha culminado su andadura por su Diócesis en esa Basílica importante de su Elche natal, no sin antes y durante veinticuatro años haber impartido clases en el Seminario, pues no en vano completó sus estudios eclesiásticos doctorándose en Filosofía y Teología por la Universidad de Navarra. Luego, y a partir del año 1998, fue Vicario General con D. Victorio Oliver que le nombró, y con los otros dos Obispos que le han sucedido hasta el 2014. Esta mañana, y antes de la Misa Mayor de las doce, se nos ha pasado un vídeo en el que se le ha contemplado emocionado al lado de D. Jesús recibiendo el nombramiento y que se ha hecho público también simultáneamente por la Conferencia Episcopal Española y por la Oficina Vaticana.
Y sigo con el Papa y con sus otros trabajos más duros a los que no puede sustraerse. Ha tenido que recibir al Presidente de Venezuela que, acuciado en su país ante la situación de caos, social y política -¡se muere gente en los hospitales por falta de asistencia!- ya no acude ni al régimen castrista que por lo visto no le hace caso, entretenido como está en sus relaciones con el imperialismo de Obama, ni tampoco a los nuestros de Podemos, tan competentes ellos en revoluciones y que habrán caído en desgracia ante él.
Aquí en nuestro Congreso, donde se sientan los señores diputados que, según ellos, elegimos nosotros, por fin se ha resuelto el enigma de los señores Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera, que cada vez lo hacen peor. El primero dicen que ya tiene permiso para proclamarse Presidente, aunque sin mandar mucho, y el segundo se ha marchado por la puerta trasera para volver según confesión de parte. El tercero, que no pisa las iglesias y se le nota, ahuyenta hasta a los lobos. Y el cuarto, aun con buenas intenciones, está algo remilgado y excesivamente doctoral en sus intervenciones. Como ven, un bonito panorama.

JortizrochE

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