Entre Halloween y Todos los Santos ha llegado noviembre a Torrevieja, dejando atrás unos días de intensa actividad. De nuevo hemos visto a la ciudadanía salir a las calles; por motivos más bien diversos. El pasado 26 de octubre, alumnos, padres y profesores salieron a protestar contra unas reválidas educativas que amenazaban con volver, en una convocatoria que reunió a unas 200 personas. Otras tantas salieron a la calle el 27 de octubre, esta vez, en su mayoría, para la reanudación de la actividad en las escuelas municipales deportivas en las mismas condiciones que hasta el pasado curso escolar. Sin embargo, si hubo estos días alguna causa que arrastró a una verdadera multitud a las calles de Torrevieja, ésa fue la celebración de Halloween, una fiesta que, pese a su escasa tradición, convierte la ciudad en un hervidero; lo que también pone de manifiesto, una vez más, que las fiestas «tiran» más que las protestas. Quizá sea comodidad, quizá conformismo, quizá que no estamos tan mal. Más teniendo en cuenta que en el último Pleno salió adelante la esperanza de ver rebajado el recibo del IBI en un futuro no muy lejano; y con la unanimidad de todos los grupos políticos municipales. Así debería ser siempre, los políticos unidos trabajando en beneficio de los ciudadanos. Que vengan muchas más. Ah, y no olvidemos, en noviembre nos seguimos viendo en las calles, con las fiestas de Santa Cecilia, patrona de los músicos.
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