“Electromar”, ese festival repudiado

José Luís Alarcón Micol y Sergio Almarza Lechado
Área de Juventud de Sueña Torrevieja

«Atónitos, así nos encontramos en las Áreas de Juventud y Cultura de Sueña Torrevieja ante el último velo descubierto en el gobierno del cambio que preside José Manuel Dolón».
Contentos con la oportunidad que tendríamos de mejorar la calidad cultural mermada que estableció el Partido Popular en la ciudad, nos sumergimos en un gobierno desde el cual la cultura se vería rejuvenecida en manos de nuestros concejales trabajando mano a mano al frente de las Concejalías de Cultura y Juventud.
Desde 2012 se ha venido realizando en nuestra ciudad el festival de música electrónica más multitudinario de la Vega Baja, el Electromar, haciendo uso de una de las instalaciones municipales más recientes y alejadas del núcleo urbano, el desaprovechado Parque Antonio Soria.
Para sacar adelante la novena y última edición hubo duras negociaciones con los promotores y, pese a la negativa del Alcalde, se confirmó que habría más ediciones durante los siguientes tres años y, finalmente, el festival se celebró con un rotundo éxito como de costumbre.
No hay más que ver la decisión exclusiva del Alcalde de la ciudad negándose a permitir que el festival continúe realizándose en Torrevieja y no en otras ubicaciones turísticas costeras que lo albergaron desde 2007 para entender una de las razones de por qué Sueña Torrevieja decidió abandonar el gobierno. En vez de buscar soluciones, en vez de corregir el rumbo del pasado, resulta más cómodo suprimir aquello que no nos gusta y que reporta beneficios pese a las evidentes repercusiones negativas como el ruido y la suciedad, una noche al año. Siendo estas consecuencias posiblemente subsanables por parte de la realización y de la Concejalía de Aseo Urbano que precisamente gestiona el alcalde.
En la última década Torrevieja ha sufrido varios cambios en su núcleo de ocio nocturno siendo este alejado de la zona centro-portuaria al Parque Empresarial Casa Grande. En la actualidad, los pocos locales que quedan se ven afectados por el alzamiento del “Tanatorio de Torrevieja” a escasos metros. Estos hechos unidos al cierre de varios locales por deficiencias están provocando que la juventud se sienta aún más rechazada en la ciudad y busque alternativas fuera, no sólo en temporada estival, sino también durante todo el año.
Nos resulta sorprendente como se ha cambiado de opinión por parte de algunos miembros del gobierno que, en estos festivales han sido vistos disfrutando de los placeres que hoy critican en redes sociales, ¿pues cuando se acerquen las fechas del festival, cambiarán de opinión de nuevo?, ¿qué les ha hecho cambiar de opinión?
Ante tal hecho nos hemos puesto en contacto tanto con los artistas, como con los organizadores de dicho festival y como era de esperar su opinión concuerda bastante con la nuestra: ¡Esto es un suicidio cultural y es una expulsión de los jóvenes de la ciudad!
Por último recordad como en 2016 fue uno de los festivales más equilibrados en cuanto a público, cartel y seguridad se refiere, y sobre todo cuando la organización siempre ha sido criticada pese a su buen hacer. Se ha ido mejorando la coordinación en el recinto hasta conseguir que sea prácticamente inexistente cualquier actuación por las fuerzas de seguridad o de auxilio, y ahora se va a llevar las mieles del éxito otra población que apueste por este atractivo cultural y, sobre todo, por la gente joven.

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