Perros sueltos

El pasado verano de 2016, en una localidad de la costa gaditana donde suelo pasar las vacaciones, la policía hizo por fin acto de presencia regular en la playa, por lo que pudimos disfrutar de un verano sin sobresaltos, tras años de llamadas a la policía, intentos de interpelar a las autoridades, cartas a medios de comunicación, etc. Está claro que cuando la policía interviene, se nota; y cuando le dan instrucciones, las cumplen.
El verano de 2015 visité en familia Potes, Oviedo, Gijón, León y Zamora. En todas estas ciudades, por zonas muy céntricas, hubimos de esquivar y escondernos de perros que corrían y jugaban a sus anchas. Aquí en el Sur, no es mejor el panorama. Y en otras zonas del país tampoco. Los dueños no aparentan el menor temor a ser sancionados.
Los perros sueltos son los que nos atemorizan a mucha gente, no los que van sujetos; los perros sueltos son los que han mordido a personas, y especialmente a niños; los perros sueltos son los que matan a alguien en algún lugar de España cada año.
Hace no mucho hubo un ataque mortal en Alicante; y en la primera década de este siglo fueron veinte las víctimas mortales. Otras agresiones ni se sabe cuántas fueron, eso sí, se habrían evitado todas de haberse observado la Ley, en toda España vigente y poco vigilada: los perros «siempre sujetos con correa».
Además, son perros sueltos los que dejan las calles sucias. También iban sueltos los perros atropellados.
Grandes o chicos, los perros no pueden ir sueltos, está prohibido salvo en zonas acotadas para tal fin. Si no existen tales zonas, que se reclamen, pero no puede vulnerarse el derecho de las personas a circular con tranquilidad.
Muchas gracias a quienes aprueben este escrito y, muy especialmente, a los dueños de animales que cumplen con sus deberes y responsabilidades sin que nadie les obligue.

Pedro Moreno Navarro

3 comentarios

  1. A ver, Pedro, estamos en España y España es diferente, no la Nación que es la más grande y antigua de Europa, pero el país, es decir el paisanaje: año 2004, paseando con mis perros atados en corto en una tórrida tarde de agosto, por la mediana de la calzada, cruzando la calle, un chucho loco pequeño se le escapa de su parcela a su dueña, viene directo hacia mí sin saber cómo, y el macho mío se lo come. Ocho segundos eternos y un fardo que cae inerte cuando por fín consigo que abra sus fauces. Condenado penal y civilmente en primera y segunda instancia. Spain is diferent

  2. Pregunta indiscreta nopodeisunpijo, el bozal? El supuesto control que deberias de tener sobre tu perro que atas en corto no se zampe a un perro pequeño?

    Lo siento pero en mi opinion mal los dos. Uno por no atarlo y el otro por llevar a un perro sin un correcto adiestramiento y sin bozal.

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