Cada uno en su sitio, al final

Al final, Dios, o quien sea, pone a cada uno en su sitio, aunque cueste sangre, sudor y algún que otro exilio interior. Por ejemplo, yo estoy requetebién ejecutando el futuro libro de Los Muertos, y otros, aunque vivitos, no colean mucho. Así es la vida. Lo vengo a decir por esto, que recuerdo hace ya algunas lunas más de cinco mil personas salimos a la calle (que se dice pronto en un municipio tan poco reivindicativo) a reivindicar una Enseñanza sin barracones y por una mayor Seguridad Ciudadana, intentando con ello que el Gobierno central nos hiciera caso y construir una Comisaría de Policía Nacional en nuestra ciudad, puesto que la inseguridad iba creciendo exponencialmente. Había miedo en las calles, y lo digo con cierto tembleque todavía. Es cierto que ahora somos menos población, pero igual o más intercultural, lo que significa una cierta dosis de incertidumbre, por mucho que tengamos la mente abierta a la Aldea Global. De tal forma que ya nadie reivindica ni la Comisaría, ni la Agencia Tributaria, ni mayor presupuesto estatal para invertir en la Comunidad Valenciana, ni para la provincia alicantina, ni ná de ná de ná, por mucho que digan que nos representan. Torrevieja tendrá que tirar del carro de sus propios presupuestos (si es que finalmente se aprueban) para ejecutar aquellas inversiones que son prioritarias, y dejarse de tonterías varias, que no es época de despilfarrar, aunque nos estén robando a manos llenas, supuestamente, por arriba. Ya digo, creo que nuestros presupuestos van a ser algo así como el parto de la abuela. Creo que hay mucho tira y afloja y demasiada lupa en cuestiones nimias. Me da la ligera impresión de que uno no entiende de estas importantes cuestiones. Yo lo único que deseo es que se aprueben de una vez y la mayor parte del dinero vaya a temas necesarios e importantes. Ideal sería que concluyera la obra de ampliación del Ayuntamiento para concentrar servicios públicos y al mismo tiempo ahorrar una pasta en alquileres que ya se está haciendo eterna. Y no lo digo con el ánimo de perjudicar a nadie, sino porque ya canta más que el Certamen de Habaneras, Internacional donde los haya. Vayan con Dios, amables lectores, y suerte en esta novedosa quincena. Ah, para quitar cierto morbo: no ha habido detención alguna de funcionarios. Algunos ya estaban afilando los cuchillos para pedir la dimisión de Manuela Osuna, la concejala del ramo estadístico y censal, entre otros.

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