La realidad del Pascual Flores

Alejandro Blanco Vega
Concejal de Sueña Torrevieja

Que la realidad del Pascual Flores haya sido un dispendio no es algo que me preocupara cuando asumí las concejalías de Cultura y Servicios en junio de 2015. Lo preocupante para mí era sortear los inconvenientes burocráticos e intentar regatear un valor económico que se iba al fondo (no muy al fondo dado que no se draga nunca por parte de Puertos) y buscar una solución ante aquel “el barco no se mueve de aquí” del Alcalde como orden imperativa. Días llenos de conversaciones con la Fundación Nao Victoria, estudio del problema con Navantia en Cartagena, estudio de los pasos realizados con el ingeniero naval que construyó y que dirigió la construcción del barco, etc.
Después de visitar las empresas y valorar sus estudios técnicos, la visita a la Nao Victoria evidenciaba la necesidad urgente y la más importante de sustituir los tres palos y el bauprés por aleaciones de metal, mucho más ligero y fácil de conservación. En eso se trabajaba para su mantenimiento desde la parte de Servicios y Cultura.
Sobre el futuro del Pascual Flores, en colaboración con Hidraqua se inició un memorándum para solicitar ayudas al Fondo Europeo, explicando en el informe que el futuro era encabezar un proyecto de Marina donde se alternaban las prácticas de construcción naval en madera (dar voz a la profesión de calafate) y práctica de la física a todos los estudiantes en colaboración con todos los colegios e institutos, dejando la parte medioambiental para la propia empresa de aguas.
Este era el convenio que se había hecho entre la Concejalía de Cultura y la empresa que nos iba a ayudar, que era la empresa mixta de agua a través de Hidraqua Alicante.
Todo es un orden de prioridades y mucho más cuando está en juego el ridículo de Torrevieja al dejar morir de éxito una embarcación de 26 metros de eslora. Lo gastado, gastado está, ahora lo que toca es no tirar el dinero como siempre hacemos.
Lo que está claro es que a Sueña Torrevieja le importa la historia de Torrevieja, y por supuesto el presente de nuestra ciudad. Por eso le importó y le importa el futuro de un símbolo como el Pascual Flores.

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