A la vejez, más crítico

Como sé que me vas a leer, amiga Mari Carmen (y lo sé porque me lo has dicho tú en plena calle, que es como mejor saben las cosas), voy a dedicarte estas efímeras líneas que quieren mentar dos temas de máxima actualidad, es decir, que no pasa el tiempo por ellas. La primera de ellas es la del mástil mayor del Pascual Flores, cuya compra y venta siempre estuvo en el ojo del huracán. Demasiado público empleado para que a los diez años de estar varado en nuestro dique se haya podrido la madera. Y que, de seguir así, más pronto que tarde se hundirá el mismísimo barco. Fue una estafa (costó más de lo que realmente podría haber costado, y entre medio y medio se esfumó buena parte de la inversión). Y también, y lo digo con cierta pena, sigue siendo una estafa que el pailebote esté en esas condiciones. Es urgente buscarle una solución y creo que el equipo de Gobierno está en ello. Y esto sí que no es un cero a la izquierda, ni mucho menos, es más bien un cero patatero por la derecha, y ese podrido lastre que la ciudad está soportando, y como diría el otro: y sus ciudadanos todos. Pero mientras existan inevitablemente esas determinadas fuerzas externas e internas que obstaculizan sin parar el devenir histórico, pues la gestión (independientemente de las capacidades o no de los miembros del equipo de Gobierno) se verá mermada en casi todas sus facetas. Pero en el esfuerzo titánico y en la autoestima general está lo posible. Y como bien dijo el sabio: la política siempre es el arte de lo posible, incluidas zancadillas a diestro y siniestro. Por eso y por otras cosas no creo que este equipo (igual que el anterior en los tiempos) se merezca un cero a la izquierda, porque siempre hay cosas positivas, aunque sean pequeñas. Ahí está, como segundo ejemplo, la lucha, la batalla denodada por conseguir el desdoblamiento de la N-332, la de los insufribles atascos en verano. Bueno, ya se ha conseguido el compromiso del Ministerio de Fomento. Algo es algo. Otra cosa es el tiempo que se tarde en ejecutar las obras, con pancartas, sin pancartas o protestando donde hubiera que protestar.
Que mis lectores y los que no me leen tengan buena quincena. Miremos siempre al futuro.

Óscar A. Claramunt

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