El Gargamel de Torrevieja o “Palabra de Albaladejo”

Carmen Morate
Concejala de Los Verdes de Torrevieja

Cuando veo esa cara en los medios, y leo el texto que le acompaña, no lo puedo remediar: me recuerda a una figura de los dibujos animados. Es como un personaje malévolo aunque nunca consigue hacer daño. Va persiguiendo constantemente a los buenos, pero siempre fracasa. Se frota las manos, con los hombros encogidos mientras resuena esa risa con eco de película de terror. Sí, efectivamente: Joaquín Albaladejo parece ser el Gargamel personificado. El incansable “malo” de la película, con unas cejas de gran tamaño, esa sonrisa tiesa y esa obsesión torpe de querer hacer daño pero solo perjudicándose a sí mismo. ¡Ja, como me encantaban los pitufos!
Y es que yo lo siento, la gente está cansada de este “patio de chicos” en el que nos vemos sumergidos los políticos en Torrevieja. Pero yo no podía dejar de compartir con los lectores estos pensamientos porque sé que de forma mágica os traerá una sonrisa a la cara, como esa sonrisa pilla que se me pone a mí mientras escribo esto.
Y si Albi, como cariñosamente le llamamos entre los coleguis, compara al alcalde de Torrevieja con Puigdemont, y el abandono de la industria catalana con el comercio local, pues yo estoy en mi derecho de comparar a Albaladejo con Gargamel. Y si él es Gargamel, José Manuel Dolón es Papá Pitufo. Y esa comparativa es muchísimo más acertada. Un hombre prudente, libre de ira, optimista y resolutivo y fíjate, se parecen hasta en la barba blanca. Y… ¿a que cae mucho mejor Papá Pitufo que Gargamel? 😉
José Manuel Dolón y los pitufitos nos pasamos todo el día elaborando, produciendo, arreglando – aunque no cantando – para RECONSTRUIR una nueva Torrevieja. Una Torrevieja, que los Gargameles, que estuvieron en el poder durante demasiado tiempo, han pisoteado con sus gigantes pies sin escrúpulos, peleando sus puestecitos a codazos y aplastando a cada uno de los opositores sin pudor.
Como veis, esto ya no es serio. Dejó de serlo hace mucho tiempo. La oposición de la gaviota ha dejado de ser – o más bien nunca lo fue – una oposición constructiva, más bien destructiva. Y es que yo creo, que igual que Gargamel odia a los pitufos tanto que los intenta atrapar con la intención de comérselos, Albi odia a los que le quitaron su puestesito cerca de casa y su dulsísimo sueldesito y como a Torrevieja no le va mal, y a los hechos me remito, él en su casa, mientras frota sus manos y suelta una sonora carcajada, fabrica pensamientos malvados y vengativos y luego pasa lo que pasa: escribe una “jartá” de tonterías con tan mala … uva, que el diputado nacional – igualito que Gargamel en los dibujos – se convierte en el hazmerreír del poble.

3 comentarios

  1. «Mi rival se parece a Gargamel». Un fino análisis político, si señor. Por no mencionar, la sucinta brevedad de la argumentación, habiendo sido capaz de explicar tan profunda reflexión en tan sólo 50 líneas. No tengo palabras…

  2. Gargamel,papa pitufo? Entonces tu quien eres Ofelia la de mortadelo y filemon?
    Chica si tu no le llegas ni a la suela de los zapatos a el diputado nacional,aprovechad bien por que en las proximas elecciones…..

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