Internet y el cementerio de Torrevieja

Quién lo iba a decir. Los árboles del cementerio de Torrevieja han descrito gráficamente la realidad del desastre descomunal que campa en el Ayuntamiento de nuestra ciudad, desde hace ya tres años. Con un alcalde del Bloc/Compromís, ecologista a tiempo parcial, apoyado a muerte por Ciudadanos, hemos visto todos los que tenemos algún familiar enterrado en el camposanto salinero la foto fija de lo que en política es un barco sin rumbo, sin capitán, y con la proa embarrancada en la escollera de la inoperancia absoluta. Mientras el concejal del Cementerio autorizaba la retirada de esos árboles para ejecutar una obra, otra concejala pedía por escrito, un retórico y contundente oficio administrativo foliado dirigido a Jose Manuel Dolón, ordenando paralizar y desautorizar con carácter inmediato el consentido fúnebre arboricidio. Mientras uno desde el Pilar de la Horadada decía blanco, la otra, desde Villajoyosa, decía negro. Todo ello en la puerta del cementerio de Torrevieja. En el mismo instante que las sociedades modernas de todo el mundo están hablando de la «Blockchain» como la innovación tecnológica que va a cambiar el paradigma de Internet, y por lo tanto afectará a nuestras vidas; de la disrupción de la movilidad autónoma, y del futuro más inmediato, aquí, en Torrevieja, tenemos a un Gobierno municipal multipartito anti-Eduardo Dolón, mandándose cartas y escrititos del paleolítico entre sí, para ver quién desautoriza más a quién. Tenemos un Teatro Municipal cerrado ya más de dos años y medio, como si de una condena fuera, por odio ideológico, sin capacidad de abrirlo por quienes sacaron pecho de su cierre, y mintiendo públicamente sobre su fecha de apertura. Y, si todo eso fuera poco, obsesionados con el pasado, incapaces de leer lo que ocurre en el moderno presente, perjudican todos los días el futuro de nuestro pueblo y de nuestros jóvenes, expulsando empresas, y destruyendo empleo en Torrevieja, como ha ocurrido con el Palacio de la Música. Qué grave contradicción supone que el Ruinapartito regale sólo en veintiséis días un parque acuático de todos los torrevejenses a una multinacional durante quince años, y al mismo tiempo haga todo lo posible para aborrecer a una pequeña empresa durante un año hasta que se ve obligada a renunciar a ejecutar el arreglo de la fachada del Palacio de la Música. Por estas cosas, hoy los empresarios de Torrevieja buscan fortuna en otros municipios. En el dulsísimo nombre.

2 comentarios

  1. Sr. Albadalejo, no hay un sextapartito Anti-Eduardo Dolón del PP, lo hay contra la corrupción de un sucesor puesto a dedo por un tal Hernández Mateo, ex-dirigente de su partido y el cual usted era su mano derecha, un corrupto de clase superior…

    Y le recuerdo que dejaron a Torrevieja, la ciudad más pobre (con menos PIB) de España, siendo usted su responsable de Hacienda, y con todo lo que se llevó su Partido en B, una lacra que a pesar de que está costando mucho salir, gracias a la nueva coalicion, se ha conseguido reducir el paro en más de un 5%, osea, en más de 3000 personas, aunque sea, visto lo visto, por sus declaraciones, muy a su pesar, la de su partido o la de sus bigotes y correas…o Cifuentes…

    En el dulsísimo nombre…

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