Las cosas del Casino

Hacía tiempo que no escribía de la entidad cultural torrevejense más antigua, y por la que muchos socios suspiran en abanderarla, en representarla, en dirigirla, lo cual es legítimo cien por cien. O sea, que acabo de escribir una perogrullada. Dicho lo cual, que la entidad y gran parte de los socios han entrado en una dinámica de elecciones a la presidencia y nueva junta directiva, que en cierta manera no deja a nadie indiferente. Pero si se trata de que una mujer no puede presentarse a la presidencia (totalmente anacrónico y antidemocrático) por no recogerlo en sus estatutos, pues que se reformen de urgencia, porque la cosa tiene guasa. Dicho lo cual, también digo que Rosario Soler no lo está haciendo tan mal, o igual la tele torrevejense lo ve de otra forma y por eso no estuvo en el acto de la entrega de la medalla de oro de la entidad al Rector de la Universidad de Alicante, quien estuvo rodeado de todo su Consejo Directivo. Es evidente que el Casino ha sabido impulsar las actividades culturales en su conjunto de un tiempo a esta parte y que la UA ha formado parte activísima de las mismas, gracias también a la subvención anual del Ayuntamiento, demostrando así el equipo de Gobierno su sensibilidad hacia el desarrollo de las actividades culturales en general (con los fallos, errores y equivocaciones del «negro verano cultural», como ha sido definido por tirios y troyanos, y las del Casino en particular. A la última conferencia no pude asistir, pero, como tenía información al respecto, quise verla, aunque fuera parcialmente, en la Tele Torrevieja. Mi decepción fue grande, porque no pudo ser, y supongo que motivos habrá tenido el medio de comunicación para no estar presente en el acto. Yo, ahí, ni entro ni salgo. En cualquier caso, vaya mi enhorabuena al conferenciante, porque creo que gustó mucho y el salón principal estaba con todo su aforo ocupado, a la UA (y a su sede local) y, por supuesto, a la valiente presidenta accidental, Rosario Soler. Porque, entre otras cosas, hay que tenerlos bien puestos para presidir una entidad tan señera, arraigada y con unos estatutos que, sin duda, necesitan una profunda reforma.
Feliz quincena.

NOTA: Iba a escribir algo sobre la entrevista de la TVT con el alcalde de la ciudad. No voy a entrar en detalles: creo, modestamente, que el alcalde se defendió como gato panza arriba. Sencillamente: sobrado.

Óscar Albaladejo Claramunt

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