La Asamblea del Botijo

Salvador Torregrosa
Socio del Casino

Soy un hombre de cierta edad y, en estos últimos años, mis diferentes actividades me han puesto en contacto con todo tipo de personas y «personajes”. Un variopinto elenco en cuanto a condición y pelaje.
Así, he conocido a muchos y diferentes profesionales: abogados, empresarios, políticos, especuladores oportunistas, “conseguidores” etc., de los que podría referir diversas historias que harían sonreír a los más indulgentes, y hacer llorar de indignación a las almas más sentimentales.
Sin embargo, pese a todas estas experiencias, el pasado domingo no pude evitar quedar perplejo ante el lamentable espectáculo que brindaron algunos asistentes en la Asamblea de Socios de la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja.
Estos socios, cual personajes de una novela de Onetti, ofrecieron a los asistentes un repertorio de los temas que suele abordar el genial escritor en sus obras; la crueldad, la rabia, la mala educación, la autodestrucción, el machismo y el fracaso. Todo ello aderezado con altas dosis de histrionismo, faltas de respeto e improperios.
No obstante, todavía más preocupante que las deplorables formas que exhibieron estos socios, fue su total carencia de argumentario. Pareciere que estos, sabiéndose desprovistos de toda razón, decidieron apostar firmemente por generar ruido en lugar de lógica, y hacer así bueno el refranero popular que reza “calumnia que algo queda.”
Pero, sintiéndolo por estos “señores” socios, los hechos siempre prevalecerán sobre la calumnia y lo cierto es – por mucho que moleste a estas personas – que la labor cultural y organizativa que ha realizado la actual junta directiva por el Casino no tiene precedentes en la historia reciente de la Entidad. En ese sentido, aunque podríamos detenernos en este punto largo y tendido para abordar los numerosos proyectos emprendidos y ejecutados por la actual junta de gobierno – véase la fructífera colaboración con la Universidad de Alicante entre muchos otros -, esto es algo de sobra conocido por cualquier socio, e incluso cualquier torrevejense, que aprecie a la Institución y haya seguido recientemente su desarrollo– algo difícil, hemos de reconocer a estos señores socios, cuando uno vive en Valencia ciudad o cuando directamente lleva años sin interesarse por el buen funcionamiento del Casino.
En todo caso, con su comportamiento en la última asamblea, estos señores han ido un paso todavía más allá en la sistemática y lamentable campaña de desprestigio personal que dirigen contra la Sra. Presidenta del Casino, Rosario Soler Torregrosa. Convirtieron la asamblea en un lodazal con sus exabruptos y bravatas, que desprendían un ligero, aunque claramente perceptible, tufo machista.
De hecho, en uno de sus desmanes, llegaron a espetarle a la Sra. Presidenta: “Tú no eres nadie, vete de aquí, que ya nos quedamos nosotros”. Algo sorprendente ya que, para no ser “nadie”, la Sra. Presidenta parece ponerles muy nerviosos.
Así las cosas, no es de extrañar que, entre tanto despropósito, a los señores socios se les olvidara dedicar siquiera un segundo a exponer su proyecto o, al menos, a interesarse por alguno de los importantes asuntos que afrontará próximamente el Casino. También me consta que, con las prisas, se les olvidó felicitar a la Sra. Soler por ser la primera mujer en presidir la Entidad, aunque de esto último todavía están a tiempo.
En fin, que se equivocan. En el fondo y en las formas, en el momento y en el lugar. Si bien tienen todo el derecho a presentar su candidatura por los medios estatutarios correspondientes, también tienen la obligación, como socios, de atenerse a lo dispuesto en los estatutos y, como ciudadanos, de respetar el derecho al honor de la Sra. Presidenta y del Casino.
Este mínimo respeto del que adolecen es lo que cabría esperar, sin duda, no ya de alguien que aspire a dirigir la Entidad, sino de cualquier socio del Casino de Torrevieja.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


*