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Perros, tortugas, pájaros y conejos, con sus mejores galas, desfilaron uno a uno acompañados por sus dueños para ser bendecidos a las puertas de la Parroquia de la Inmaculada con motivo de la festividad de San Antón, patrón de los animales. Este año la bendición de mascotas fue a cargo del párroco del templo Arciprestal, Manuel Martínez Rocamora, y como siempre estuvo presidida por una pequeña imagen de San Antonio Abad, un monje ermitaño que vivió en el Bajo Egipto en el siglo III d.C.
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