Por increíble que parezca, se han aprobado los presupuestos para 2019. Y no sin polémica, puesto que se ha debido a la ausencia de uno de los concejales del PP, y el debate está servido: unos dicen que fue a sabiendas; otros, que la decisión ya estaba tomada poco antes de conocerse esta circunstancia. Independientemente de todo esto, tenemos presupuestos, algo que vendrá bien a la ciudad porque se podran desarrollar proyectos, muchos de ellos necesarios, como la remodelación de los paseos del Dique de Levante, La Mata y Los Locos, o la Administración electrónica, que nos podrá ahorrar las tan tediosas colas que soportamos en la actualidad. También vendrá muy bien a los partidos que están en el poder, en pleno año electoral; eso sí, si los plazos administrativos y los técnicos municipales consiguen sacar adelante las tramitaciones en un tiempo medianamente decente. Y, hablando de elecciones, ya se entrevén los primeros movimientos. Por una parte, Pablo Samper ha anunciado que será candidato a la Alcaldía por Sueña Torrevieja, lo que da al traste con los rumores de la reincorporación de sus miembros al PSOE. Por otra parte, Víctor Ferrández anuncia que no se volverá a presentar como candidato a la Alcaldía por Izquierda Unida (un gesto, por cierto, muy meritorio para los tiempos que corren), y anuncia que «el próximo alcalde o alcaldesa será de IU», lo que deja muy pocos visos de que la formación se presente en confluencia con otras como Podemos, cuya actividad tampoco está siendo muy evidente en estos lares. Fitur, la presidencia del Casino, la renovación del Consejo Escolar Municipal, las protestas de asociaciones, y hasta el Carnaval son otros temas de los que se ha hablado en una quincena llena de actividad. Y esto no ha hecho más que empezar.
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