Ante la situación creada en las Salinas de Torrevieja, dependiente de la Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas y la compañía francesa Salins, y la falta de acuerdo para la firma del convenio de 2007, los trabajadores iniciaron el martes día 8 una huelga general de dos horas en cada turno, que se desarrollará en los turnos de mañana de 10 a 12 h., en los de tarde de 18:30 a 20:30 h. y los de noche de 2:30 a 4:30 h. En estos momentos, la empresa tiene en plantilla a más de 130 trabajadores, a los que se añaden los prejubilados, hasta alcanzar un total de 160, a los que se suman las subcontratas, quedando también sin trabajar. Las reivindicaciones se centran, según Manuel Serna, portavoz del comité, en los beneficios sociales de los nuevos trabajadores, ya que, afirmó, en los recortes que pide la empresa, está la pérdida de la antigüedad y la modificación de los pluses, así como no tener en cuenta el premio de jubilación ni el de incapacidad transitoria. Indica Serna que «nosotros seguimos con los mismos derechos, no comprendemos cómo los de nueva incorporación no van a tenerlos», por lo que opina que se crearían dos categorías de trabajadores. Asimismo, manifestó que ha habido «presiones» a los trabajadores para no llegar a esta huelga, controlando al personal que se manifestaba, aunque prácticamente la plantilla al completo la secunda. Los trabajadores han recibido el respaldo de Izquierda Unida de Torrevieja, que ha puesto a disposición del Comité de Empresa a sus cargos públicos y cualquier otro tipo de infraestructura que puedan ofrecer. Por su parte, la empresa, representada por sus directivos Michel Derancourt, director de Salins Torrevieja desde hace casi dos meses, Vicente Suárez, director industrial, y Pedro Gómez, director facultativo, ofrecieron una rueda de prensa mostrando la postura de la empresa. Derancourt afirmó lamentar la situación tras un año negociando los acuerdos y revisiones salariales, y añadió que la empresa está dispuesta a llegar a acuerdos, buscando una solución, siempre que haya cesiones por ambas partes. «No podemos pretender seguir mejorando los niveles salariales de los empleados y a la vez mantener unos beneficios sociales de los que entren», indicó el director de Salins, quien manifestó que, de no ceder a esas propuestas de la empresa, no se podrán mantener las subidas del IPC: «una cosa u otra», aseveró. Asimismo, Derancourt manifestó que huelgas como ésta afectan a la exportación «por la mala imagen». Como empresa, es la primera vez en la historia que en las salinas de Torrevieja se realiza una huelga semejante.
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