Las ratas me molestan tanto como mi ordenador cuando, después de mandarle ejecutar (uyy) un par de órdenes ingenuas (no podría ser de otra manera viniendo de mí), se limita a vacilarme durante un buen rato y, como si tuviera vida propia (que la tiene), se dedica a viajar por donde se le antoja hasta que se cansa y, observándome la mala hostia (¿o se escribe ostia?) que se me pone, por fin, me muestra lo que le he pedido media hora antes: ¡Cabrón!
Para los que no lo sepan (yo me enteré hace unas semanas, con lo cual considero que no es grave ignorarlo, pues se puede sobrevivir sin tal conocimiento y no morir en el intento), estamos en el año de la Rata, según el horóscopo chino; la Rata «cachonda», según la amiga que me comunicó tan irrelevante acontecimiento (el calendario juliano también me importa tanto como el comportamiento de «Lilo y Stich» en su tercera y próxima entrega en la pequeña pantalla).
Para los que vivimos en Torrevieja (vivo en La Siesta, urbanización situada en la linde del camino a Crevillente, orilla de El Chaparral y unos cuantos restaurantes chinos -vaya, ¡otra vez!- que nos ofrecen los precios tres delicias más increíbles del lugar… ¡Ah!, en este ejemplo, la rata no tiene nada que ver con el menú especial de la casa, compuesto esencialmente por pato, del que yo no puedo prescindir cada vez que lo visito); pues bien, antes de salir de nuestro territorio «reparador» (La Siesta lo es, al menos, lo dice el resto del vecindario menos mis hijos), es posible que ustedes sean asaeteados por infinitas rotondas, que, como islas, contienen la mayor variedad de naúfragas de todas las nacionalidades, inventadas y no. No, no me estoy refiriendo a lo que ustedes se imaginan (aunque también, ¡qué leches!). En realidad, a lo que me refiero es a las ratas (animalejos) que pueblan algunas de esas rotondas, sí señor.
Según las estaciones del año, nuestra urbanización podría cambiar de nombre y tomar el de algunos animales del horóscopo chino que ya conocemos gracias a esa amiga mía tan ocurrente. Sí, hay épocas que las rotondas se llenan de ratas, así como los parques, que nos acosan. Han leído bien, los parques de La Siesta no ayudan a sosegarse, explayarse, reinventarse y esas cosas que los parques sanos, lúdicos e imaginativos aportan al ser humano que los recorre. No. Los nuestros son carne de psiquiátrico. Dan ganas de acompañarles a la consulta y pagarles unas cuantas sesiones para que vuelvan a… a… lo que nunca fueron, porque esos parques siempre HAN SIDO UNA MIERDA. Uy, qué rápido me ha salido su definición. Descuidados, con el mismo juego (hace 10 años que lo llevo viendo) de columpio, tobogán, etc., que cuando le conocí, llenos de escombros, excrementos de perros (¿ahora se entiende lo de la mierda?), apenas cuatro árboles enfermos, cristales rotos, basura… ¿algo más?: Sí… cu-ca-ra-chas que viven, se reproducen y expanden hasta nuestras propias casas; cambiando en este instante el nombre de La Siesta por el de La Cucaracha cachonda (como la rata). Y digo esto porque ya no corren por el suelo y suben por las paredes, ahora planean por el aire y aterrizan en la sopa cuando menos te descuidas en verano (seguro que todo esto no lo habían publicitado los promotores de viviendas de la zona). Claro, no es su asunto. Las ratas, la suciedad, las cucarachas, la desidia y las putas es competencia de… ¡Aaah!, todos sabemos quien. Al final lo diré. Digo al final porque esto no ha hecho nada más que empezar.
En otra época del año, especialmente en el invierno, La Siesta es una sucursal del Londres ése de las películas que todos conocemos. Que sus calles estén poco transitadas a ciertas horas de la noche no se debe a que, entrando un gran número de ellas en la categoría de segundas viviendas, la gente no vive en ellas, noooooo… Es que el alumbrado es tan escaso que los cacos sienten tal impunidad bajo la protección de la oscuridad de la noche que últimamente han dejado de visitarnos porque ya no les mola «trabajar» con tanta seguridad, la adrenalina ya no funciona, ya no da subidón «hacerse» un chalet en La Siesta y apalear a los «jubilatas» noruegos que hay dentro, ¡qué va!, eso ya no «pone». Ciao. Sin cacos. Mola. ¡Pues no!, queremos luz en nuestras calles y, si hay cacos, que se ocupe… el que se tiene que ocupar, o sea, el de siempre… y que nunca se ocupa, vamos…
En los días de lluvia, La Siesta no tiene que envidiar a Torrevieja capital (se dice así, ¿no?). Empate en inundaciones. En la última, quedamos atrapados durante horas entre dos rotondas, no pudimos llegar a nuestras casas hasta por la tarde, ¡qué «diver»…! Toda la mañana surfeando por las calles de… Vamos, que esto parecía Nueva Orleáns después del tsunami. Llegaron hasta a repartir hamburguesas en el gran atasco que se organizó. Fueron los chicos de… de… bueno, de alguna asociación seguramente de otro pueblo, por solidarizarse y tal… Ya se sabe, salir luego en los papeles… ¡bah!
En La Siesta también estamos muy contentos por nuestras calles superasfaltadas, pero, eso sí, diseñadas con agujerillos y socavones para hacerlas más sostenibles (¿es ésa la palabra que define a Torrevieja?). ¡Ja! Y más mierda… ¿En las calles mierda? Claro, los de la retirada de podas ya no son amigos nuestros; los de la máquina del rodillo, ¿se olvidan de pasar por mi calle o como está a oscuras tienen miedo del violador de las 12:30?; y los del camión de la basura, cuando aúpan el contenedor, derraman gran cantidad de, otra vez, mierda en el suelo que nadie recoge. ¡Uff! ¡Qué parrafo más guarro me está saliendo! Sigamos.
Hace tres temporadas que a mis chiquillos les quitaron el autobús escolar que pasaba por La Siesta y les llevaba al cole. Ahora dependemos de segundas, terceras y hasta cuartas personas, si se nos da mal el asunto. Pagando, claro. Porque en casa trabajamos todos (de no ser así, no podríamos pagar tanto impuesto).
El IBI sube como el champán, y las tasas de alumbrado, alcantarillado, la recogida de basuras sube… El café no vale lo que dice Zapatero y Rajoy gana bastante más que un jubilado, a Carod Rovira hay que llamarle por su nombre de pila en «polaco» y nuestro alcalde repite legislatura pasando el rodillo a los demás «pardillos». ¡Vaya panorama!
Aquí debería ir cerrando el panfletillo este, pero no. Resulta que ayer recibí una carta-disgusto del Ayuntamiento que me conmina a seguir pagando. A pagar otro impuesto que en mis diez años que llevo viviendo en Torrevieja no había existido, un nuevo impuesto que nunca se ha pagado en toda La Siesta:
Ahora, los del «Ayun» quieren que nivelemos el trozo de acera (rebajado en su día por el constructor -Masa- para entrada de vehículos, supuestamente consentido por el Ayuntamiento) que da acceso a nuestra propiedad o paguemos anualmente el canon que ellos estipulan.
Las arcas del Consistorio están vacías y eso lo sabemos todos. Pero también existe un derecho, una ley natural que ampara al ser humano: el derecho a recibir y dar equilibradamente, para conseguir una digna y pacífica convivencia.
Y otra más: si las casas donde actualmente vivimos están construidas hace 20 años aproximadamente (y habiendo tenido, incluso, con anterioridad algunos servicios de los que ahora carecemos) y al Ayuntamiento no le ha importado ese tipo de impuesto, ¿no tenemos de manera natural un derecho adquirido que ahora quieren vulnerar porque están tiesos?
Los impuestos están bien siempre que se aplican al bien social. Pero, ¿qué bien social conlleva «donar» el fastuoso premio de literatura a una sola persona con la recaudación de los ciudadanos y otras gaitas? ¿Dónde se sitúa, en este ejemplo, la repartición justa de lo que todos aportamos para que se lo lleve un solo individuo? ¿Qué despropósito mueve tal iniciativa? ¿Por qué sigue habiendo tanto «barracón» en vez de escuelas de verdad? ¿Por qué tanto festejo banal-mensual, tanto ocio-ocasional y tan poca cultura vivencial? ¿Pan y circo «pa» tu hijo? ¿«Pantumaca» al «jubilata»? ¿Por qué 300 euros de ayuda al pensionista «extremo» y no 2.000 o 1.000.000, en vez de tanto premio literario univocacional? Y más alcantarillas, y más madera… y dos huevos duros…
Según estadísticas feroces de esta misma semana, publicadas en un periódico de Alicante, en Torrevieja, el índice de delincuencia es mayor, proporcionalmente hablando, que el de la misma capital española de España, o sea, Madrid. A lo mejor tanto premio y tanta fiesta atrae a los más chorizos, en lugar de a todos aquellos a los que se pretende incorporar a esta nuestra comunidad. Pues será…
Bueno, ¡a lo nuestro, compañeros! (no, eso no…) Esto… ¡vecinos!:
¿No nos merecemos los «olvidados» de La Siesta, ante tanto descuido por parte del Consistorio hacia nuestra urbanización, por lo menos, que nos siga ignorando y no que se acuerde de nosotros sólo para sacarnos los cuartos? (todos: «sí, sí…»).
¡Ah! Y el culpable (porque tiene que haber uno) seguro que es una rata (siempre lo son)… que sobreviven a todo y todo lo contaminan, durando y durando… o un ratón, eso es… un ratón… un ratón gordo y «colorao». Amén.
Firmado:
Manuel Bueno Rubio, que es un vecino de la urbanización
La Siesta en Torrevieja al que le parece que ya está bien
de pagar impuestos para lo que nos dan (pin-pan).
estoy totalmente de acuerdo con manuel bueno rubio.yo no voy a tener el mismo discurso que este sr porque exprime muy bien lo que los demas sentimos. yo tambien vivo en la siesta y es una poca verguenza y una estafa a mano armada lo que nos quiere hacer este ayuntamiento.nos falta de todo .luces en las calles , parques, ratas como conejos, falta de cubos de basura, enfin todo lo que se puede pedir.me acuerdo cuando las inundaciones tuve que irme a guardamar echar por el campico con mi hijo en el coche para poder entrar en la siesta.una poco verguenza. ademas nos quieren obligar a poner aceras cuando en el pueblo aun hay vados sin poner y aceras sin cambiar.quien las cambia pues el constructor que por cojones se tiene que hacer cargo de ello.tyenemos bastante mala reputacion a nivel internacional. en inglaterra por exemplo acansejan de no comprar en torrevieja la cuidad sin ley con mas cacos por metro cuadrado.es decir una delincuencia exagerada y que hacemos. NADA.llegara un momento que no vendran a vernos nadie nos borraran del mapa y punto.de verdad me da verguenza decir que vivo en torrevieja y en este caso la siesta. mi nombre es salvador escudero y no estoy orgulloso que pasen estas cosas en la epoca que vivimos. estamos en el 2008 EUROPA por los impuestos y AFRICA para lo demas. gracias por leerme y espero que todo el mundo haga lo mismo .exponga lo que tiene que decir.
Totalmente de acuerdo con los dos y perfectamente indiganada como el resto de ciudadanos, me imagino que indiferentemente de la tendencia política.
No hay derecho a que se tomen estas medidas de República Bananera, es decir, aquí mando yo y como corto el bacaclao he decidido que lo más equitativo es que paguen justos por pecadores.
Pero Sr. Alcalde, cree de verdad que en Torrevieja estamos tan sobrados para poder aguantar un impuesto más, y además tan absurdo. Más bien parece un impuesto revolucionario, como esas misivas de las organizaciones terroristas…»paga o atente a las consecuencias». Porque señores si no se paga el vado, según he oído, se le sube a uno la acera y tiene que abonar el coste de esta «obra» que son 3000 euros. Totalemnte surrealista.
Por favor,que ya sabemos que tienen un deficit inmenso en el Ayuntamiento pero que lo tengan que pagar los de siempre.
Lo que más me fastidia es que se ponga de excusa que los torrevejenses del pueblo se han quejado de que en las urbanizaciones no pagamos, eso es tirar balones fuera. Seguro que el ciudadano de a pie tiene otras muchísimas quejas más importantes que acusar a sus vecinos del extrarradio. Por ejemplo el porqué se llenan las calles de agua cuando llueve algo más de 5 minutos. O ¿dónde está el parking público tan prometido?. ¿O por qué los perros cagan en la via pública todavía como si tal cosa?
Pero bueno, aunque así fuera el vivir en el centro hace necesario, casi imprescindible el vado pero tienes otras muchas ventajas que no tenemos los que estamos en las afueras. No es justo aplicar el mismo rasero y menos cuando es una imposición.
Mejoren los servicios por favor y déjennos vivir en paz que cada día es más caro ser ciudadano torrevejense.
bueno, yo iba a comprar un bungalow en la zona de la siesta – el chaparral, en la urb el mirador, pero me estais quitando las ganas, nosotros vivimos en madrid, en un barrio en degradación total y buscabamos algo economico en otra provincia y a las afueras en una urbanizacion donde mi hija pudiera jugar tranquilamente en la calle . De verdad es tan horrible como lo pintais? yo solo he estado alli 2 dias y un ratito , no he podido apreciar la delicatesen de rata como conejos. y cucharachas voladoras etc… por favor , aconsejarme , que hariais???