Adiós a medias. Cientos de personas acudieron a despedir el Carnaval 2008 en la noche del sábado. La excusa y el objetivo era tener los disfraces como protagonistas; así, los atuendos hicieron posible que la noche se cubriera de color para disimular el negro riguroso, elegante y escrupuloso en unos casos, zafio y grotesco en otros, de un adiós a medias. Pero unos y otros se unieron para que la alegría corriera por la calle Ramón Gallud, con una multitud formada por niños y mayores. El largo cortejo finalizó en Plaza de María Asunción con una gran fiesta, al finalizar el desfile nocturno tan esperado como deseado por la multitud.
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