Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Se me ocurrió este fin de semana poner en mi DVD la opera de Mozart «Così fan tute» (así lo hacen todas) para rellenar las horas de una larga tarde invernal, pero en vez de relajarme me puse en ascuas al caer en la cuenta de que, en lo que a mí me afectaba, no provocaría en muchos otros reacción alguna. Y es que, aparentemente, la fuerza de la masa tiende a neutralizar los sentimientos, que es lo que Mozart quiso mostrar a través de una ópera que no tiene desperdicio.
El compositor vienés compuso su obra musical siguiendo el libretto de Lorenzo da Ponte, de poca monta, pero elevándolo a nivel de espectáculo sobre el tema de que no es fácil que el deseo se convierta en realidad cuando falta el querer o la voluntad de resolver algún problema, pues solemos equivocarnos al no desear instruirnos a base de nuestros propios errores. Marco Tulio Cicerón los describió como «necedad suprema», porque se desperdicia la forma que todos tenemos de aprender de la experiencia, aunque raramente lo hagamos por más que hasta los bebés se inician en el proceso de andar a base de trompicones.
La interpretación de la obra de Mozart dentro del género bufo es en sí interesante al acercarnos a la «comedia del arte». Logró crear una obra geométrica perfecta con regularidad de arias como reacciones previsibles, cual si se tratara de un teatro de marionetas de féminas movidas por cordeles, ante las que los machos se encontraran sin recursos. Todos podemos caer en situaciones parecidas, pero el error consistirá en decidir no hacer nada, comentarían los maestros de la antigüedad, a lo que Agustín de Nipona añadiría que lo peor en casos parecidos es insistir en perseverar en el error, pues sería ya «diabólico». Mozart lo hace con guasa en vez de pasar al uso de las situaciones trágicas que bien pudieron haberse producido.
Resulta, pues, curioso anotar que muchos de los cambios que nos ocurren en la vida son producto de errores de cálculo, observaba agudamente James Joyce refiriéndose a sus novelas, como si sólo avanzáramos en la vida a base de tropiezos. En suma, veremos en las últimas obras del compositor vienés una aproximación a la temática de nuestros tiempos, con el abandono de cualquier resabio a mojigatería piadosa con humos de incienso pero con clamores para cambios de actitud hacia la vida.
DICHOS Y HECHOS
Se dirá en broma todo lo que resulte muy difícil contar en serio. William Shakespeare
AVISOS Y ENSEÑANZAS
Del viejo tan sólo vale el consejo.
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