El fenómeno Chikilicuatre

A estas alturas, ya todo el mundo conoce a nuestro representante en el festival europeo de la música Eurovisión, el próximo día 24 de mayo: el gran Rodolfo Chikilicuatre con el baile del Chiki-chiki; representante elegido democráticamente mediante voto popular con la misma legitimidad de la que gozan Pedro Ángel Hernández Mateo o José Luis Rodríguez Zapatero si lo extrapolamos a la política, por lo que poner en duda su designación sería irresponsable.
No obstante, el debate surge en torno a la calidad o idoneidad de este artista para ser representante de nuestro país en un festival internacional de la música. Y me asombra leer opiniones de personas que, primero, ignoran que Chikilicuatre no es un personaje real, sino un personaje creado por David Fernández, humorista del programa Buenafuente. O sea, que no es argentino, que si lo fuera no pasaría nada tampoco, sino que en realidad se trata de una crítica al género musical reggaetón y al propio concurso en sí. Y el pueblo español ha comprendido el juego.
Y segundo: se alarman por el miedo al ridículo español ante el exterior. Esta gente no debe de comprender que hacer el ridículo es, por ejemplo, no pasar nunca de cuartos de final en los mundiales de fútbol, o que el seleccionador español de fútbol diga «negro de mierda» en referencia al jugador Thierry Henry, o que la noticia en las televisiones privadas sea el traje de boda de Belén Esteban o el novio de la Obregón.
Históricamente, los españoles hemos venido arrastrando un complejo de inferioridad que empezó cuando, en Sudamérica, España perdió su hegemonía imperialista, perdió Filipinas y luego Cuba en 1898. Esto continuó con la dictadura franquista, que dejó a España sin ninguna influencia, visto como un país débil y sin nada que aportar al contexto internacional.
Sin embargo, como válvula de escape a nuestra miserable posición y a nuestros innumerables complejos, surgía Eurovisión como la panacea donde demostraríamos que España existía, y que pintaba algo en Europa, sólo por llevar a alguien que supiera cantar.
Hoy día, con una constitución asentada, con una democracia parlamentaria y unas instituciones del Estado soberanas e independientes, un desarrollo económico superior al europeo, con deportistas de élite en todas las especialidades que cosechan triunfos por doquier, España ya no es lo que era. La imagen que proyecta al exterior ha cambiado mucho, y ahora se presenta como un Estado moderno, potente, y dinámico.
Por eso, para muchos españoles como yo, Eurovisión hoy día no es nada más que un show sin nada que aportar, por lo que surge con humor y descaro un personaje como Chikilicuatre que le dice a Europa: «Esto es Eurovisión, voy a tomarme con humor el concurso, de quien se toma esto a pecho, como Uribarri, e incluso me río de mí mismo: aún así, tengo más posibilidades de ganar que las Ketchup».
¡¡Doce puntos para Chikilicuatre!! ¡¡Perrea, Perrea!!

Pablo Samper

2 comentarios

  1. Tienes razon encuanto a que es solo un producto.Yo creo que ninguna persona que tenga dos dedos de frente, puede pensar en que Chikilicuatre es una mala imagen de cara al exterior.Para eso ya hemos tenido un ministro llamado Moratinos o hemos podido ver como mandatarios mundiales dejaban solo en su sillon a nuestro presidente (en funciones) mientras conversaban distendidamente entre ellos.Esa, si que es la imagen que ha proyectado España en el exterior, y asi nos va el pelo….

  2. Por fin, una opionión parecida a la mia, me refiero a la de la carta, bueno si no nos dejamos la cara ya con el «A QUIEN MANEJA MI BARCA A QUIEN?» DE REMEDIOS AMAYA…… no creo que nos la dejemos ahora, es mas, yo este año por fin lo voy a pasar bien viendo eurovisión, que nos votan y ganamos o quedamos en buen puesto ideal, que no pues por lo menos nos hemos reido y pasado el rato que es de lo que se trata, en cuanto al comentario, creo que a mi me dio mas verguenza cuando su excelentisimo señor Aznar iba por las Americas hablando en chicano y entrando en guerras por que si, o simplemente saliendo al paso en sus conferecias diciendo que lo nuestro con los moros, nuestros «conflictos», viene de hace mucho y ahora se han vengao con lo de los atentados del 11M, o diciendoles a los conductores que beban vino que quien es la direccion general de trafico para decirnos cuanto debemos correr con nuestros coches y cuanto debemos beber para conducir y asin sucesivamente.

    ARRIBA EL CHIKI CHIKI.
    JUAS JAJAJAJJAJAJ.

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