La endoscopia del PP

Mi queridísima directora:
Espero que al recibo de ésta te encuentres bien, yo no puedo decir lo mismo (joer, un encabezamiento al viejo estilo, jiji).
El caso es que hace unos días se me puso la manía de hacerme «Kmsexual» (juassssssss, lo malo es que peso 104 kilillos de nada y me parece que no están bien distribuidos), pero se me ocurrió que una forma de perder peso «pos» sería quitarme una hemorroide -ya sabes, de ésas que se sufren en silencio; aunque yo, como todo lo hago al revés, «pos» voy y lo publico, ainssss no escarmentaré nunca…- que hace años ya me tiene hecho un cristo (he perdido más sangre a lo largo de estos años que si fuera donante, sólo me encontrarían plaquetas o algo). Me fui al especialista (to «lavaíto» y perfumado, y el sr. Doctor (extranjero, pero con un español que se entendía algo), me dijo: ponte de rodillas mirando «pa» Cuenca y apoya los codos en la camilla (jijiji, piensa en la postura), y me coloca una mano en la espalda y me dice «no te asustes». Todavía no había terminado de decirlo y me metió su dedo pulgar en la garganta, lo malo es que antes había pasado por el culo. Juasssss, en un instante comprendí el funcionamiento del Hubbel y lo que deben sufrir algunos presos en las cárceles. Pero dejaré estos temas tan escatológicamente físicos para trasladarme a los estrictamente políticos.
Para mí, el éxito del PP en Torrevieja no se debe a su política falsamente altruista; antes bien, buscaría las causas en la creación de una clientela ganada a base de «paguicas», influencias para colocar a gente a trabajar, «cuñaísmo» y otras golosinas varias de las que ya he hablado en otras ocasiones. El otro pilar del éxito lo coloco en la utilización (con bastante eficacia además) de la propaganda.
A modo explicativo, conviene entender el concepto «propaganda». La propaganda se puede definir como «una asociación o plan para propagar un plan que adoctrine al ciudadano, un ideal, o una práctica inducida» (los nazis hicieron de ella una de sus armas más eficaces). Hasta donde yo
alcanzo, podría explicarlo mejor en base a cuatro puntos:
* La propaganda es un manejo y manipulación de las opiniones y, sobre todo, de los sentimientos colectivos. Se centra en un carácter sugestionable e irreflexivo de muchas de nuestras actitudes y en creencias personales sobre diferentes aspectos de la vida social.
* La propaganda es un tipo de acción comunicativa que intenta lograr ciertos fines de manera rápida e intensa; fines que suelen estar vinculados a intereses partidistas de tipo ideológico o político y que se apoyan en creencias y sentimientos radicales.
* La propaganda tiende a ocultar o distorsionar deliberadamente los hechos con el propósito de que sirvan a sus fines directa o indirectamente.
* La propaganda se caracteriza porque desde sus símbolos y significados promueve la acción directa de las masas e intenta imponer sus fines de todas las formas posibles.
Las técnicas de las que se sirve la propaganda son:
1º Creando estereotipos. Simplificando la realidad y presentando a las personas y a los acontecimientos de manera estática y unidireccional.
2º Presentando opiniones como hechos. Disfrazan los juicios personales ante la opinión pública.
3º Hablando en nombre de otras personas. Incitan a que ciudadanos acreditados se sumen a su manera de pensar y actuar ante el pueblo.
4º Seleccionando y controlando la información. Dan relevancia a ciertos hechos ignorando otros.
5º Usando deliberadamente etiquetas. Emplean términos que tergiversan la realidad de los acontecimientos.
6º Aduciendo objetividad. Usan datos específicos e información amañada y citas concretas para proporcionar la imagen que desean mostrar.
8º Generalizando exageradamente. Atribuyen a todo un grupo el pensamiento de una o dos personas.
Por todo esto, querida amiga, y antes de que mi salud empeore aún más, creo que el PP debería dejar de mirar a Cuenca, porque pienso que le sobreviene una severa endoscopia, aunque yo siempre he dicho que si algo sabían hacer bien es precisamente el tratamiento y aplicación de la
«propaganda» y, como diría un fiscal, «a las pruebas me remito».
Sin otro particular, se despide éste que lo es (jijiji, que tontería acabo de escribir para despedirme): UN BEXO Y UN ABRAXO.

AVE Vera
Antonio Vicente Espuch Vera

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