Si viviera D. Carlos Arias Navarro eso comunicaría, a través de TVE, a todos nosotros, como hizo cuando murió el Generalísimo Franco: sólo que hoy no es nuestro antiguo mandatario el desaparecido, sino ese actor fabuloso que lo mismo hacía de Judá Ben-Hur, Cid Campeador o de personaje en el Planeta de los Simios y miles de films, ¡Charlton Heston! Un hombre alto, fornido, de una belleza ruda y unos ojos preciosos, pero sencillo, afable y asequible. Cuando rodaron en Madrid, creo que fue «55 días en Pekín», con Ava Gardner y David Niven, tuve ocasión de verlo de cerca y tocarlo. Yo entonces era muy jovencita y acudía a los estudios de grabación en exteriores con la que más tarde sería mi suegra, Leonor, ya que su hijo hacía de extra. ¡Era un mundo maravilloso! Todo el decorado: los caballos piafando y resoplando por los ollares, la vistosidad de los ropajes y la forma de desenvolverse entre el gentío que llenaba el espacio circundante, dibujando un mosaico de diverso colorido… También era delicioso ver entrar a los actores en el Castellana Hilton u Hotel Palace. La gente nos quedábamos boquiabiertos y con la agradable sensación de haber estado tan cerca de esos semidioses. Mi suegra, como no entendía el inglés, decía: «Mira, ése es el señor chato», y yo, que no sabía ni papa de ese idioma, la corregía: «Leo, es mister Charlton». «Bueno, ¿qué más da?», me respondía. Desde ese recuerdo tan difuso, a través del bostezo que los años han tendido, como un puente, hacia el olvido, le deseo al gran personaje que tenga en el cielo la misma gloria que tuvo en la tierra. Tampoco quiero olvidar que la semana pasada nos dejó Richard Widmark, otro actor que nos da un legado de películas como «El Álamo», «Dos cabalgan juntos»… ¡¡¡Goodbye, Mr. Heston and Mr. Widmark!!!
Dejar una contestacion