Casilla X

Hemos de considerar de inmediato, y puesto que falta muy poco tiempo para que tengamos enfrente la declaración de la renta, que este año hay un cambio sustancial en el modelo de financiación de nuestra Iglesia Católica. Ya no tendrá ayuda directa del Estado, que será sustituida por un incremento en la Asignación Tributaria, y por tanto queda en nuestras manos y nuestro compromiso el sostén económico de todas sus necesidades. Y ese compromiso inmediato es tener muy presente, repito, que deberemos marcar la X en la casilla de la Iglesia al formular la referida Declaración de la Renta y que además no significa coste alguno por nuestra parte.
Teniendo en cuenta que hasta ahora los ingresos obtenidos de esta forma son sólo el 25 o el 30 por ciento de las necesidades, está claro que el resto lo recibe de las aportaciones voluntarias de nosotros y por otros medios. El reto que nos espera es tremendo, puesto que nos obligará a buscar y encontrar nuevos modelos de colaboración. Porque es ingente la labor pastoral y de asistencia que la Iglesia aporta a la sociedad y que  deberemos tratar de mantener. Más de veinte mil parroquias, cerca de mil monasterios de clausura y orfanatos, centenares de hospitales y guarderías y casi dos mil
Centros de Acogida y Reinserción Social y Familiar. Sin haber señalado el sostenimiento básico como es celebrar el culto y llevar a cabo los proyectos pastorales.
Termino diciendo que en el Consejo de Pastoral celebrado el martes, en nuestra Parroquia, a este tema, prioritario, se le dio la mayor importancia y se le dedicó el mayor tiempo.
Mientras, el Papa Benedicto en Estados Unidos. Su figura pequeña y de blanco impoluto se ha agigantado al escuchar sus mensajes en permanente magisterio. El Papa Ratzinger, erudito filósofo y teólogo de la Razón con mayúscula, visita el país que tiene la «manija» para dirigir al mundo, aunque a algunos les pese, y al que no puede negársele el liderazgo en todos los órdenes: en lo científico, en lo económico, en lo político. Y, aunque a algunos les vuelva a pesar, que está poniendo una vez más sus muertos a donde cree oportuno el sacrificio en aras de conseguir equilibrios en zonas conflictivas del planeta. Como antaño, como en Dunquerque, por ejemplo,  que murieron como chinches y fue la segunda vez que vinieron a salvar a Europa de mas de un dictadorzuelo (que yo ya había nacido y me acuerdo muy bien de la cosa). Pues allí ha dicho y en la ONU también que no se deje atentar contra los derechos humanos, que se mida la responsabilidad de los Gobiernos en la protección de sus gobernados, que se dé toda la importancia a la diplomacia para resolver los conflictos, que se promueva el diálogo para favorecer la convivencia y, sobre todo y como siempre, la obligación de aliviar las desigualdades entre países pobres y ricos…Y mas cosas.
Aunque aquí en nuestra casa doméstica con lo que está cayendo, los insignes «plumíferos» que nos adoctrinan estén preocupadísimos tan sólo por la bicefalia que se han inventado en el Partido Popular ¡Toma castaña! Porque no es precisamente el que tiene que resolver la situación…

JortizrochE

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