Que los tiempos cambian constantemente es algo bien sabido, ya que así ha sido siempre, pero es que en los últimos años es imparable la velocidad que llevamos.
A estas alturas, es perceptible para todos el cambio total y absoluto que el mundo ha efectuado en el último medio siglo, en todos los sentidos.
Lo que ahora estamos viendo, por ejemplo, en Estados Unidos, hubiese sido impensable, hace sólo unos años. Nada menos que un candidato negro a presidente, y después de una reñida lucha en las primarias con… ¡una mujer! Lo que, según algunos, ha despejado la incógnita de si serían más racistas que machistas, y aunque ha sido dura la elección y complicada, ganó Obama, todo un hito. Los ciudadanos negros más mayores deben de estar orgullosos, porque el cambio desde su niñez ha sido extraordinario -recordemos que no les dejaban ni subir a los autobuses con los blancos-.
Aquí, en España, tampoco nos quedamos atrás, y aunque el cambio no haya sido tan espectacular, el contar con tantas mujeres en altos cargos marca también un importante hecho histórico.
La última, concretamente, la que llegó en el fin de semana, con el famoso congreso del PP, nos dejó un tanto perplejos y no es para menos, ya que tener como número dos de un partido tan católico y conservador a una madre soltera (aunque sea por inseminación artificial) es sorprendente.
Y eso que ya nos sorprendemos de pocas cosas, con tantos cambios que vamos asumiendo últimamente, porque tampoco nos hubieramos imaginado, no hace mucho, que tendríamos a una periodista como Princesa de Asturias y futura Reina.
Todo eso nos viene a demostrar que nada es imposible, que todo puede suceder y, aunque el ser humano, en su mayoría, es tan dócil y servil que prefiere seguir al rebaño, aunque vaya en dirección equivocada, también hay excepciones que demuestran que nada es para siempre. Todo es susceptible de cambio, aunque sea poco a poco, y merece la pena intentarlo, para llegar a ser mejores algún día.
Dejar una contestacion