Selección y Rajoy: «No hay mal que cien años dure…»

…Ni cuerpo que lo resista, que decía con acierto la Pilar -mi santa madre, que con Dios more-. Después de 88 años, la Selección Española de fútbol ganó en partido oficial a la selección Italiana, y nada menos que para pasar de cuartos de final de un campeonato de Europa. Este pasado fin de semana ha sido uno de los televisivamente más intensos. Se batió el record de espectadores para ver un programa de televisión. Casi 16 millones de personas vieron a Cesc Frábregas meter el penalti a Buffon, algo que no se conseguía desde que la oronda Rosa de España actuase en Eurovisión.
Hoy viernes sale este semanario a la calle y, como mi bola de cristal la llevaba en el carro de Manolo Escobar, no puedo saber lo que hizo ayer la Selección contra Rusia. Espero que los hados nos hayan concedido ganarles y el domingo enfrentarnos a la final con los germanos o los otomanos (turcos, para los no iniciados) y volver a batir así nuevos récords de audiencia.
Pero no sólo de pan vive el hombre, ni de fútbol la tele. El «no hay mal que cien años dure» se lo debió de aplicar también Rajoy, después de haber salido triunfante del Congreso de Valencia. Después de más de 3 meses de traiciones, cuchicheos, deserciones y veladas maniobradas para su derribo…
…Ya el viernes se veía desfilar a la entrada del valenciano Palacio de Congresos a los más de 3.000 compromisarios llegados de toda España, sin corbata, casi con aspecto deportivo, mismamente como si fueran a montar en el transatlántico de vacaciones en el mar. Se sucedieron los discursos. Ya en sábado, Aznar, para darse importancia, supongo, llegó tarde saludando a la mesa del Congreso y haciendo un tímido saludo a Rajoy. Luego hizo un duro discurso en defensa de los viejos métodos de su partido, esperando una rectificación de Rajoy. Pero a la vieja guardia le salió el tiro por la culata, y Rajoy optó por una renovación del partido sin precedentes, con María Dolores de Cospedal a la cabeza, dejando a Aguirre más sola que la «luna de Valencia», y nunca mejor dicho. Ahora le toca amarrar esa victoria y no cometer errores, pues sabe muy bien que a la derecha de su derecha están los que se han ido, y los púlpitos obispales de la COPE y los «mundanos» periodistas aprovecharán la mas mínima para echarlo a los leones y hacerlo picadillo… Por lo pronto, Mariano pasó a semifinales; la final en 2012.
El que no levanta cabeza (o cabezón) es el otrora elogiado Fernando Alonso. No sabemos si porque ha tirado la toalla y no está motivado, o porque el trasto de Renault es un incompetente, la cuestión es que ahí está hundido en la clasificación mundial, y, lo que es peor, hundido en lo moral… Éste no llega ni a cuartos.

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