Deshidratación, fiebre superior a los 38’5ºC, falta de sudoración, cansancio e incluso la pérdida de la conciencia son los síntomas más claros de un golpe de calor, la enfermedad más característica que acarrea el incremento de las temperaturas, y que puede llegar a ser mortal si no se trata clínicamente, según indicó el Dr. Juan Costell, Jefe del Servicio de Urgencias del USP Hospital San Jaime. El centro hospitalario señaló que existen dos tipos de golpe de calor: el pasivo, más característico de las personas mayores que se exponen a altas temperaturas, y el activo o por ejercicio, con especial incidencia sobre los jóvenes no entrenados para la actividad física y durante épocas de calor.
Cómo prevenir el golpe de calor
Para prevenir esta patología, que se trata como emergencia médica debido a su gravedad, los especialistas médicos de USP Hospital San Jaime recomiendan evitar el calor y no salir a la calle en las horas donde más aprieta, un enfriamiento del ambiente, adecuada hidratación -especialmente en personas debilitadas, incapacitadas o con tratamiento diurético-, y evitar prendas de ropa que dificulten la transpiración.
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