Los hermanos Muñoz congregaron el pasado viernes a cerca de 5.000 personas en el Parque Antonio Soria en un concierto cargado de fuerza y expresividad. David y José no defraudaron a su público, que cantó junto a ellos casi todas las canciones, tanto del nuevo disco, Allenrok, como de sus anteriores trabajos discográficos. Las letras, a medio camino entre la rumba y el rock, estuvieron acompañadas por el espectacular sonido de las guitarras, dos españolas y una eléctrica, así como del piano y, por supuesto, de la batería, cuyo dueño no dejó indiferente a nadie en su sonada presentación, donde hizo alarde de sus increíbles dotes de percusionista.
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El escenario, iluminado por cerca de 200.000 vatios de luz, estuvo dotado con cinco pantallas gigantes, que permitieron a los presentes disfrutar de un gigantesco espectáculo audiovisual.
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Finalmente, el grupo catalán se despidió de Torrevieja con la mítica canción de su primer trabajo «Como Camarón», cuya melodía puso la guinda final a una noche espectacular.
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