En el piso contiguo al mío no vive nadie y, al ser un bajo, la gente joven se aprovecha para meterse en la terraza a fumar porros y a pasar el rato.
Harta de esta situación, ya que el humo se mete en mi vivienda y tengo dos hijos menores que no tienen por qué respirar ese humo, decidí llamar a la Policía Local.
Aparecieron a los 20 minutos de llamar porque se habían liado con la dirección (menos mal que no era una emergencia). Era, como después lo calificaron, una «discusión absurda».
Les preguntaron si vivían ahí y dijeron que anteriormente sí. Del porro ya no había ni rastro y cada uno se fue por un lado.
La sorpresa vino cuando el señor agente me informó de que en la vía pública se podía hacer lo que se quisiera por mucho que me molestara (no estaban en la vía pública, sino en la terraza de una vivienda que no era la suya), y, ante mi sorpresa, me dio las buenas noches y se marchó. Y yo le hago dos preguntas al señor agente de la Policía Local:
1ª ¿Realmente me estaba diciendo que mis hijos de 13 y 11 años tenían que aguantarse y convertirse en «drogadictos pasivos»?
2ª ¿Por qué persigue a los que roban coches en la vía pública si, según usted, se puede hacer lo que se quiera en ella?
Le podría hacer muchas más, pero sólo hago dos, y si ésa es su manera de hacer cumplir las leyes y poner orden, cada vez habrá más libertad para que todos podamos hacer lo que queramos en la vía pública, o ¿habría que decir libertinaje?
A.C.B.
Señora, a esa edad sus hijos ya fuman porros o usted no lo sabe, no moleste a la policia con tonterias de «se me mete el humo en casa». patetico
menuda histerica