Vega Baja: Marca turística

Gabriel Estañ
Secretario General comarcal de Juventudes Socialistas

Nuestra comarca ha sido principalmente agrícola durante la mayor parte de su historia. El auge de los costes y una mayor competencia hizo entrar en declive dicha actividad, ante lo cual muchos municipios optaron por convertir la construcción en su motor económico. Es evidente que, a día de hoy, ambas actividades atraviesan serias dificultades.
Por ello, el turismo toma un posible papel protagonista en toda la comarca, ya que su influencia como actividad económica es innegable y su potencial resulta muy prometedor.
En nuestra comarca disfrutamos del sol y las playas en el litoral, al tiempo que disponemos de turismo interior, de una ciudad monumental como Orihuela, de la belleza de la huerta, de parajes naturales como la sierra de Callosa y de otras opciones como son el golf, las zonas de ocio nocturno y las intensas fiestas típicas de cada pueblo: difícilmente en ningún otro lugar se puede poseer tal variedad de oferta turística en tan pocos klómetros y con tanto potencial a desarrollar.
Sin embargo, para todas las regiones el turismo es un «dulce caramelo» y prueba de ello es la proliferación de la oferta turística en el Levante español y en todo el Mediterráneo, lo cual podría afectar a nuestras actuales cifras de visitantes y beneficios. Además, los pronósticos económicos para el próximo año no son alentadores en este sector. Todos estos argumentos nos hacen ver que es el momento de redefinir nuestro posicionamiento.
Para ello se vuelve imprescindible abandonar la promoción exclusivamente local y crear una estructura que nos permita competir con otras zonas de alto poder emergente y que sea capaz de superar la posible crisis del sector en los dos próximos años.
Dicha estructura buscaría crear una estrategia publicitaria a nivel nacional e internacional, así como buscar la ampliación y mejora de los servicios y actividades ofertados, tratando de crear un plan de desarrollo comarcal que incluya facilidades para ampliar la oferta de plazas hoteleras y albergues rurales, una mayor oferta cultural, con nuevas e interesantes actividades físicas y creando un catálogo de itinerarios y actividades con todas las posibilidades en los pueblos de la Vega.
Esta estructura, un Patronato Comarcal de Turismo, ajena a los «colores políticos» (donde trabajen todos los municipios los gobierne quien los gobierne), puede convertirse en el motor de desarrollo económico de todas nuestras localidades si somos capaces de abordar esta tarea y ofrecemos: la Vega Baja, un turismo diferente.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


*