» Denuncian que la asamblea se disolvió sin elegir nuevo presidente y sin explicar las cuentas
José Fernández, Sergio Hernández y Pedro Morcillo, socios de la Casa de Andalucía, junto con Victoria Martínez, socia y directora del Coro Brisas del Sur, han denunciado la disolución repentina de la última asamblea al pedir diversos socios justificaciones de las cuentas de la entidad, sin llegar a elegir a un nuevo presidente tras la dimisión de Juan Carlos Lázaro. Fernández denunció diversas irregularidades relativas a la asamblea, como la ausencia del presidente, la no presentación oficial de su dimisión y la falta de explicación de las cuentas facilitadas a los socios, en las que, añadió, no figuran los gastos relativos a la sede ni los detalles de las galas benéficas. «Hay muchas cosas escondidas», señaló Fernández, aludiendo a una presunta manipulación de las cuentas, con la presentación de cuentas anuales con firmas diferentes, la no autorización del tesorero en las cuentas bancarias de la entidad, y los presuntos impagos de lotería, trabajos de fontanería o recibos de la luz, que, añaden, fue cortada el 28 de julio y restablecida tras ir un socio a pagar. Los socios señalaron asimismo que la Casa de Andalucía no está registrada en la Junta de Andalucía, como, manifiestan, afirmaba el presidente; y que, tras entrevistarse el martes con la concejal de Participación Ciudadana, Agustina Esteve, interesándose por la subvención municipal, señaló que «no la han cobrado porque no han presentado las facturas».
Nueva asociación andaluza
Por todo lo anterior, los socios descontentos, que ascienden a más de 40 y suponen casi la mitad del censo de la asociación, han anunciado su baja en bloque de la Casa de Andalucía, para constituir otra asociación registrada en la Junta de Andalucía. Victoria Martínez señaló que el delegado de la Junta de Andalucía les aconsejó «que vayamos por otros derroteros, formando una asociación andaluza legalizada». Martínez matizó que su proyecto era «seguir ahí y lavarle la cara a la Casa de Andalucía», cuya imagen, agregó, «está muy deteriorada», pero que «sería meterse en una lucha» en la que afirmaron no querer entrar. Por su parte, Fernández lamentó que los miembros de la directiva «recurren a la infamia» y «a la mentira», intentando «poner a unos contra otros con descalificaciones», y puntualizó que los cuadros que se llevó «eran propiedad privada». «No queremos cargar las tintas contra nadie», señalan, añadiendo que «nos da igual que sea una junta o que sea otra; queremos que funcione como es debido».
Discrepo en muchos aspectos. Ya que, como socio, estuve en dicha reunión y los hechos no sucedieron a mi parecer como se relatan.
Los socios, invitaron a los miembros del coro, que incordiaban durante toda la asamblea a que se marcharan y abandonaran la sede, ya que no se podía avanzar con los puntos que había en la orden del día. Su debate era interrumpir constantemente,alegando datos y cifras de asambleas ya pasadas, que se trataron en su día y estaban aprobadas por ellos mismos como socios, ya nada tenían que ver con la convocatoria presente.
Respecto a las cuentas se presentaron durante la asamblea, invitando a los socios que tuvieran interés en revisarlas mediante una carpeta que Rosa, la secretaria, depositó en la mesa y nadie tuvo el menor interés en ojearlas, ni siquiera aquellos que tanto protestaban. Al parecer, faltan facturas porque se deben no porque hayan desaparecido. Los festivales benéficos, son eso benéficos, el dinero va a favor de aquellos para quién se hace el beneficio.
Los cuadros o fotos de propiedad privada deben de estar en la casa particular de su dueño. Cuando se dona algo se dona y punto. Pero es igual tampoco se ha notado la ausencia de estas estampas ya que no eran ninguna joya.
Espero que ambas asociaciones tengan éxito, por separado, y que se olviden los unos de los otros. Está muy feo sacar trapos sucios porque en todas las casas hay ropa que lavar.
Saludos y buena suerte a todos.