En la mañana del martes, el pailebote Santa Eulalia, inicialmente bautizado como Carmen Flores, regresó a la ciudad que lo vio nacer, con motivo del 90º aniversario de su construcción en el astillero torrevejense de Antonio Marí. En su visita, estuvo atracado en el Dique de Poniente junto a su «gemelo», el pailebote Pascual Flores, que se encuentra en la fase final de su reconstrucción. Con motivo de esta efeméride, los buques recibieron la visita de Pedro Hernández Mateo, alcalde de Torrevieja, acompañado de numerosos miembros de la corporación municipal, así como de Roger Marcel, director general del Museo Marítimo de Barcelona, y Elvira Mata y Pere Comas, directora técnica y director administrativo de la entidad, de la que el Santa Eulalia es el buque insignia, tras haber sido recuperado y restaurado siguiendo los criterios más estrictos en una operación pionera en España.
Embarcación de alta vela
Durante su visita a ambos buques, el alcalde hizo entrega de un gallardete a los miembros de la tripulación del Santa Eulalia como recuerdo de esta conmemoración. Asimismo, anunció que el Pascual Flores pasará pronto a ser una embarcación de la escuela de alta vela de la Generalitat Valenciana. Está previsto que navegue durante nueve meses, y durante los tres restantes esté atracado en aguas de Torrevieja para recibir visitas y navegar por la costa.
De risa, pagamos entre todos los torrevejenses el barco por dos veces, y luego se lo llevan a Valencia.
Así, así se defienden los intereses de su pueblo, sr. alcalde.
Más vale que ese dinero lo destinara a contratar más médicos, o a hacer colegios y quitar barracones.