Un joven de 32 años y nacionalidad ecuatoriana se suicidó de un disparo en el corazón a pleno día y con una pistola de un agente de la Guardia Civil. Según apuntan fuentes oficiales, los hechos sucedieron el pasado lunes alrededor de las 16 horas, cuando el joven paró un vehículo de la Guardia Civil que circulaba por la avenida de la Purísima, en la Playa del Cura, y preguntó a los dos agentes en su interior por una dirección. Mientras éstos consultaban su callejero, el hombre sacó un cuchillo de cocina y se lo puso en el cuello a un agente a través de la ventanilla abierta. En este punto se inició un forcejeo y el arma blanca cayó dentro del vehículo. Los agentes salieron del coche y el forcejeo continuó en la calle, llamando la atención de vecinos y transeúntes. Según el relato de las mismas fuentes, el ahora fallecido tiró del cinturón de un Guardia Civil y consiguió que su pistola cayera al suelo, de donde la recogió. El otro agente disparó al aire para disuadir al joven, que, por el contrario, animó a los guardias a pegarle un tiro, y, tras esto, se apuntó al pecho y se quitó la vida de un disparo a quemarropa. La subdelegada del Gobierno, Encarna Llinares, anunció que se ha abierto una investigación interna, aunque, matizó, los primeros indicios confirman la versión del suicidio. A la hora de escribir estas líneas, todavía no se habían hecho públicos los resultados de la autopsia.
LA FORMA EN LA QUE SE HAN DESARROLLADO LOS HECHOS PARECE UN POCO RARA.