Con el tren en marcha, esta acción de asomo le podría rebanar la nariz, y sería lo más leve que le sucediera. También, de un tajo le puede desprender la cabeza y, en dos o tres botes, quedar en el suelo, sin más posibilidades que las de putrefacción, propias de un cuerpo inerte. Y del tronco, ¿qué? Nada, un cuerpo sin cabeza no produce. Separados no funcionan: ni el cuerpo anda, ni la cabeza piensa. El remedio, un robot de última generación.
Después de preparar concienzudamente el plan a seguir, resulta que se arma un guirigay tremendo. Parece que en el gallinero solo hay un gallo y surge un problema gordo, el de cuota y la distribución de beneficios. No se preocupen por ésta, hay seseras suficientes para solucionarlo.
Con la habilidad que le es propia, ZP rápidamente crea el plan «B» y, refiriéndose a Lukoil, que desde el plan «A» entra en juego, dice que la dirección y el mando serían españoles. Sí, junto con Sacyr, suenan Santander y la Caixa, por ejemplo, o ICO, ¿Vale? ¿No sería bien visto ésta u otra solución parecida? Porque si lo que pretende Lukoil es comprar sin abrir el monedero y que lo abramos nosotros, los españoles, ¡qué mal nos sabría! Ya tenemos experiencia de este tipo de operaciones. No repitan, por favor. Estamos en crisis, ¿lo sabían?
El último viaje de Moratinos a Rusia nos hace pensar que las negociaciones sobre Repsol a nivel político van muy avanzadas. Sr. ZP, ¿sabe lo más sensato? Un frenazo en seco, media vuelta y a casa con el «mandao». Ni estamos en Semana Santa, ni ésa es nuestra procesión.
¡Qué cinismo! Lukoil ahora dice que no le interesa la operación, y, sin embargo, busca escenario con candilejas. Rusia lo que quiere es monopolizar el suministro energético a Europa a la antigua usanza.
Francisco Parra Gómez
(Badajoz)
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