Seguimos en el mismo juego

Hace mucho tiempo que desde estas páginas veníamos anunciando que nuestra economía no iba bien. El tiempo nos ha dado la razón y, ahora, lamentablemente no vemos tampoco que nuestros políticos den soluciones a los problemas que nos acucian. El sr. presidente del Gobierno, en unas ocasiones, nos indica que la crisis comenzará a remitir en marzo de este año y, en otras ocasiones y recientemente, nos informa de que lo peor está por venir, que el desempleo se incrementará y que para el próximo segundo semestre veremos el comienzo de un despegue de nuestra economía.
En realidad, nuestro sr. presidente cuenta con las inversiones públicas para reactivar el proceso de generación de empleo, y éstas no comenzarán a ser efectivas hasta el segundo semestre de 2009, pero confiar en este aspecto para una reactivación económica es un grave error, ya que está demostrado que este sistema que se piensa emplear es muy lento y poco efectivo para animar los sectores privados de nuestra economía, ya que, sin ellos, no se dará una reactivación del empleo cuantitativa y cualitativa. Para conseguir esto, es necesario dar liquidez a las pequeñas y medianas empresas mediante créditos blandos y con la bajada de los impuestos, a la vez que generar confianza en el mercado financiero para que nuestro consumo se empiece a mover y reactivar.
En la situación actual, lo bueno y práctico para nuestro país sería un pacto económico entre las dos grandes fuerzas políticas, donde la mezcla de una economía con ideología socialista y otra con ideología de libre mercado daría la necesaria elasticidad a la evolución de nuestro consumo e inversión pública y privada, pero, por desgracia, parece ser que no existe esta voluntad por ninguna de las partes.
Si seguimos en esta situación, las Caritas españolas van a tener muchas dificultades para poder atender la demanda de ayudas que sobre ellas se está realizando por parte de aquellas personas necesitadas. En estas Navidades, Caritas de la Inmaculada de Torrevieja ha atendido a más de 100 familias, dotándolas de alimentos para una media de 3 miembros por cada una de ellas y para unos 15 días, periodo en el que éstas personas no habrán tenido ocasión de regularizar su precaria situación. Por eso, desde aquí, realizamos un llamamiento a todas aquellas personas que quieran colaborar bien económicamente, o bien voluntariamente para poder atender a estas personas.
Caritas está desplegando una labor de formación para mejorar las posibilidades de integración laboral de los más afectados en la situación actual, con miras a que, cuando comience la reactivación de nuestra economía, tengan más facilidades para encontrar un trabajo digno.
Creo que, en nuestros políticos, debería despertarse el espíritu de servicio, entrega y ayuda a los demás, pues parece ser que no es eso lo que les anima. Solamente, creo, están pensando en mantener su poder y en vivir de espaldas a la realidad de nuestro país, manifestando un auténtico desconocimiento de lo que en él está pasando.

Carlos García

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