Debemos tener confianza

– Hombre, casado, con tres hijos, en el paro desde julio de 2008 y sin subsidio de empleo, solicita ayuda para pagar el alquiler y alimentos para su familia.
– Mujer, separada, con dos hijos, sin trabajo ni subsidio de empleo, debe tres meses de alquiler, van a echarla de la vivienda y no tiene dónde ir, solicita ayuda y alimentos para sus hijos.
– Matrimonio, él con 450 euros de pensión por minusvalía y ella sin trabajo ni subsidio de paro, con 600 euros de hipoteca, solicita ayuda y alimentos para ella y su marido.

Estos contenidos son los que Uds. pueden encontrar en las innumerables fichas que actualmente se encuentran en Caritas de la Inmaculada de Torrevieja, al igual que en otras Caritas de las distintas parroquias de nuestra ciudad. Ésta es la pura realidad de lo que está pasando a nuestro alrededor y en muchísimos hogares españoles, cuya totalidad de sus miembros se encuentran en el paro y sin subsidios de ninguna clase.
Caritas puede paliar muchos casos puntuales de necesidad, pero esto no es la solución, pues, a los pocos días, las mismas personas se encuentran en igual situación, y resulta que no hemos avanzado en nada.
Lo más triste de esto es que nuestros gobernantes, en los medios de comunicación, nos dicen que tenemos que tener confianza y que con ella saldremos de la crisis, pero yo me pregunto: ¿Confianza en qué, o en quién?, pues hasta ahora no vemos el camino de la misma, no vemos más que a dos grupos políticos mayoritarios que se lanzan las culpas unos a otros, que cuando uno dice negro, el otro dice blanco, y de ahí no salimos. Ambos están encerrados en sus egoísmos partidistas y personales, así como en sus demagogias, sin darse cuenta de la realidad.
Esto nos hace pensar que el juego político no nos vale. En estos momentos no precisamos de ellos, sino de personas que tengan espíritu de servicio y entrega hacia los demás, que concentren sus esfuerzos en uno solo, que nombren comisiones conjuntas que busquen cómo mejorar esta situación y salir de ella, que piensen en las familias que no pueden comer, ni pagar el alquiler, ni sus hipotecas, que tomen ejemplo de otros países que, en lugar de pagar subsidios de paro y desempleo, han invertido en las empresas para que no se produzcan los temidos ERE. Que den confianza, sí, pero con medidas, con hechos palpables, con objetivos claros que se vean, que se conozcan y se expliquen.
Pienso que no nos va a caer esa breva. Los egoísmos de poder en nuestro país son tan preciados por los políticos que no cederán a la tentación de solucionar el problema de la crisis cuanto antes, no vayan a perder algunos votos o cuota de poder. Por eso, nuestro país es el que peor lo tiene para salir de este hoyo y será de los que más tarde en solucionar el tema, pues se aprecia poca voluntad de que así sea, ya que priman más los egoísmos que la realidad.

Carlos García

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