Antonio Vera
Comisión Ejecutiva Local PSOE Torrevieja
Sr. Arenas, le agradezco que me haya contestado. Ya era hora de que, cuando un ciudadano de a pie plantea una crítica a la forma de gestionar nuestra ciudad, alguien de los que tiene dicha responsabilidad baje del limbo y vuelva a la realidad. Por desgracia, en vez de defender usted la calidad de su trabajo como concejal e intentar refutar mis argumentos, se ha limitado a lanzar una perorata personal contra mí.
Dice usted que escribo desde el odio y el rencor, y eso es incierto. Me acusa usted de tener odio y rencor porque es incapaz de aceptar una crítica política a una forma de gestionar nuestra ciudad, forma que se esta demostrando, día a día, que es errónea. Esto denota su falta de talante democrático, pero no le califica como persona. Porque, personalmente, yo no tengo por qué calificarle ni es mi deseo hacerlo. Igual que considero que usted no es nadie para insultarme llamándome chupito y otras lindezas estúpidas y cursis. Igual que yo debo aceptar que me contesten con exabruptos cuando escribo algo en un medio, usted debe aceptar que haya gente que piense que el equipo de Gobierno al que pertenece es un lastre y un tumor para Torrevieja.
Habla usted de que el PSOE local promociona Elche por hacerse fotos en su stand. Si Torrevieja hubiera tenido su stand, nos habríamos hecho las fotos en él. Pero como no lo tenía, no aparece en nuestra web, y lo que es más triste y frustrante, no aparece en ningún sitio, mientras que el resto de las ciudades de nuestro entorno sí están en todas las fotos y si se promocionaban por todo el mundo. O, lo que es lo mismo, nos quitaban imagen, turistas, inversiones y futuro, mientras usted y casi todos sus compañeros sesteaban cómodamente en su poltrona.
Sobre mi asistencia a los plenos, no sólo voy por que quiero y no es de su incumbencia que lo haga, sino que ahora que intuyo que le supone una molestia tener que verme por allí, sepa que lo haré más a menudo y de forma más participativa. Estoy en mi derecho de asistir, faltaría más, y me gusta hacerlo para ponerle cara a esos 14+6 concejales que demuestran pleno tras pleno que el interés general es una utopía en Torrevieja y que ansían, con ánimo de poder justificarse, que cosas como el urbanismo a la carta, el amiguismo, el enchufismo y el servilismo tuvieran rango de ley.
Pero, si bien todo el artículo destila prepotencia, soberbia y desprecio, está falto, no de un chupito de dignidad, sino de un «posal» de ella; y su referencia a mi comercio y su amenaza burdamente velada contra él es un acto miserable, rastrero y execrable, más propio de un vejestorio franquista que de un concejal de la democracia que es lo que es usted. Pero sepa que no me pilla por sorpresa y que ya lo tengo descontado. Hace ya años que pertenezco a ese amplio grupo de torrevejenses estigmatizados por no ser votantes del Partido Popular, por tener dignidad y no querer poner el trasero a cambio de una prebenda, y por no callarse y decirles a la cara a gente como usted lo que opinan de ellos.
Y lo voy a seguir haciendo, desde luego. Y también seguiré demostrando que ni tengo odio ni rencor contra nadie. Porque yo sí seguiré haciendo uso del comercio de Torrevieja como hasta ahora, sin mirar el color político del que está detrás del mostrador. Porque es lo que necesita Torrevieja. Incluso, y a pesar de su artículo, seguiré diciendo por todos los lados que el mejor caldero de Torrevieja se come en su restaurante. Y me gustaría seguir yendo, si no le sabe mal, vecino.
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