1. Dotación genética excelente.
2. Entrenamiento y dedicación.
3. Compromiso consigo mismo, con sus entrenadores y compañeros de fatiga.
4. Deseos de superación.
5. Anhelos para ganar y admiración hacia quien te supera.
6. Auto-respeto.
7. Odio al fracaso.
8. Aprendizaje de los errores.
9. Código ético.
10. Conducta intachable.
Son esenciales los valores transmitidos a los hijos por parte de los padres, quienes en este caso son Antonio Carbonell y Mercedes García. Ante sus hijos, deportistas de auténtica élite, Antonio, Yasmina y Pablo, me quito el sombrero, aunque se me vea la calva.
Darío Builes Cadavid
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