Fernando Guardiola
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El sábado 18 de julio, sobre la arena de la playa del cura, un año más, miles de torrevejenses y foráneos se dieron cita para disfrutar como antaño del ritmo de la habanera popular, y que llaman del 2×4 (¿por qué no del 8?).
Acudieron a esta cita festera los concejales Eduardo Dolón y José M. Pizana, encargándose el primero de que llegaran las notas de la música hasta el último rincón de la playa en óptimas condiciones.
Presentó esta fiesta entrañable Francisco Reyes, que dio paso a las corales que actuaron, que fueron, por este orden, «Los Potalas.semos», la agrupación de Amas de Casa, «Nostalgia de habaneras», las escuelas municipales de Cuerda Pulsada y Canto Coral, y «Brea y sal», encargada de cantar la habanera «La Bella Lola», que hizo enarbolar los pañuelos acompañando las notas de la misma, que, entusiasmados, coreaban todos los presentes, llegando incluso alguno, que no se hallaba muy lejos de mí, a atragantarse con la tortilla, en su afán de cantar la habanera.
Cerró la velada una actuación conjunta de todos los coros que habían participado, acabando la misma con la interpretación de un «vals marinero» que todos creen es una habanera, y es la archiconocida «Golondrina de amor».
La verdad es que la gente de todas edades y condición lo pasó en grande, en un ambiente familiar y distendido.
En el transcurso del evento, se mencionó en varias ocasiones al maestro Ricardo Lafuente, cuya efigie era proyectada en un diorama en los edificios colindantes, causando un efecto espectacular.
Todos disfrutaron de la noche, los más con sus neveras portátiles y sus artículos playeros, dando buena cuenta de sus viandas y los niños, ajenos a cuanto sucedía alrededor, jugaban con la arena, mientras las notas de las habaneras más populares, como «De colores», «La paloma» o «Pregúntale a las estrellas» se mezclaban con el rumor del mar en una cálida noche de verano torrevejense, en el preludio de la gran cita internacional que comienza el próximo jueves.
Maravilloso espectaculo, es la segunda vez que que asisto a la noche de Habaneras en la playa del Cura, me parece entrañable